Quiz > Cuestionario raptiliano para indagar en figuras de la cultura desde una óptica diferente.
Diez preguntas universales sobre el tiempo que habitamos + un puñado de interrogantes extras sobre su campo de acción.
Ilustraciones > Sebastián Sala
Mayra Sánchez, es actriz y profesora de teatro.
Desde el año 2006 trabaja como actriz de manera ininterrumpida, entre sus últimos trabajos se destacan Maradona, Sueño Bendito para BTFmedia, Amazon Prime Video, en el rol de Lili Maradona; Cabo Polonio con texto y dirección de Carla Saccani; el unipersonal Esta Casa con texto de Leonel Giacometto y dirección de Miguel Bosco; El cumpleaños de Mora (Bafici) dirección Juan Linch y Stripkill de Felipe Haidar, obra que viene haciendo funciones desde el año 2014.
¿Cuál es tu humor por las mañanas?
En general es bueno y muy bueno si dormí de corrido y es verano.
¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Aprendiste algo valioso?
Mi primer trabajo fue en un resto-bar que se llamaba ¨Puerto del aire¨. Ganaba dos mangos, trabajaba de noche y era un ambiente sumamente hostil. El aprendizaje tuvo que ver con salir al mercado laboral, que sin dudas me ayudó a forjar el carácter. Me sirvió para valerme de herramientas que sirven para siempre: poner límites, decir que no, decir hasta acá.
¿Quién es tu héroe/heroína? ¿Por qué?
Mi madre. Me resulta de las personas mas valientes que conozco, con un espíritu y una positividad descomunal, una fuerza y un empuje jamás vistas, la alegría como trinchera.
¿Qué experiencia fue fundamental para que decidieras dedicarte a la actuación?
La escuela secundaria. Iba a la Gurru y teníamos teatro. Estaba en quinto año y hacíamos con mi grupo una obra complejísima Penas sin importancia de Griselda Gambaro, hablaba de cosas que ni entendíamos…En uno de los ensayos mi personaje tenía que indignarse y enojarse con otro, lo repetí varias veces y en un momento el profesor pidió que lo dijera “en serio” Esa fue la llave con la que accedí por primera vez a la experiencia de actuar, esa sensación de verdad en lo que estaba haciendo hizo que no me quisiera dejar nunca de actuar.
¿En alguna ocasión te sentiste abrumadx por las redes sociales? ¿Por qué?
Sí, hay momentos en que no logro despegarme del celular, me genera ansiedad al dormir, siento que las redes avanzan muy rápido y que voy quedándome atrás. Que no comprendo su funcionamiento, que debería subirme a esa ola, pero que es inevitable el paso del tiempo y que en algún momento quedaré afuera irremediablemente
¿Qué te preocupa acerca del futuro inmediato?
Después del 2020, siento que es muy difícil proyectar cosas hacia el futuro. Antes había un mundo que podía imaginarse de acá a 10, 20, 50 años, no se. Yo hoy percibo que el futuro inmediato se recorta a un mes, elijo mes a mes que rumbo voy a tomar, que proyecto hacer. Me preocupa la falta de acceso a la vivienda, al trabajo, me pregunto sobre si podré jubilarme algún día, si es que el mundo no se termina antes. Me preocupa que si yo podría caerme en 3, 2, 1 de este sistema (si es que ya no estoy afuera) hay algunes que no van a poder subirse nunca. Todo muy del orden del pesimismo. Siento que hay que dar un volantazo en el modo en el que producimos, en el que nos vinculamos, en el que existimos en el mundo.
¿Qué tipo de placer culposo disfrutás a escondidas?
Cuando me encuentro pensando en el futuro inmediato, lo sobrellevo con karaokes de comedias musicales.
¿Cuán importante es el ocio en tu vida cotidiana? ¿Es imprescindible?
Me da culpa ser ociosa pero si fuera por mi, viviría al pedo. Es muy necesario desconectar porque si no se me quema la cabeza, sobre todo porque los límites entre el trabajo y el tiempo libre son un poco difusos a veces, entonces me encuentro resolviendo cosas cualquier día en cualquier horario. Ocio para mi es mirar Home&Health, hacer karaoke, estar tirada escuchando la Boing…nada de lectura, nada de peli de autor, ni de hacer cositas con las manos.
¿Cuál es tu límite con el consumo irónico?
Siempre llego tarde, cuando llego resulta que ya se instaló como algo que tiene cierto valor. Pienso en la figura de Ricardo Fort, por ejemplo, es muy zarpado el fenómeno. Hace un tiempo era un placer culposo mirar programas de chimentos, hoy forman parte del consumo cultural: hecho sticker, hecho meme..No tengo un análisis muy profundo que hacer sobre esto. De mis consumos irónicos les invito a ver @benditoig y la peli Un buen día.
Las colaboraciones son una constante en tu derrotero teatral ¿Qué papel juegan en tu enfoque creativo? ¿Las colaboraciones te ayudaron a encontrar otras perspectivas?
Siempre, es un aprendizaje y un intercambio constante. Lo que imagino en mi cabeza cuando lo comparto con un otre se potencia, crece, se modifica, tiene nuevas derivas. No concibo la creación de manera individual. Creo que vamos tendiendo puentes o que siempre hay alguien que te recibe o te toma de la mano para dar un salto hacia algún lugar: con un proyecto, una idea, un estímulo, una palabra de aliento para que desarrolles aquello creativo que te ronda y querés materializar.
El arte puede ser un propósito en sí mismo, pero también puede influir directamente en nuestra vida cotidiana, asumir un papel social y político y generar un mayor compromiso. ¿En lo personal tuviste alguna influencia así?
No, creo que no. El papel social o político del arte lo veo en los artistas y su compromiso con lo que acontece en el mundo y no necesariamente en lo que se produce como contenido artístico. Como realizadora o creadora no me interesa educar o concientizar, no premeditadamente. Si eso ocurre buenísimo, si lo que hago abre una puerta hacia una reflexión, deja una inquietud, despierta emociones creo que está logrado. No se si el arte deba tener una finalidad necesariamente social o política.
A veces creo que poner el arte en ese lugar lo coloca en una superioridad moral que me parece peligroso. Distinto cuando lo artístico se pone al servicio de disputar espacios como pueden ser los colectivos de identidad marrón o de la comunidad LGBTIQ+, por ejemplo.
Más allá de los diversos resultados de esas experiencias, ¿se puede concebir una experiencia teatral fructífera cuando el otro está ausente? ¿El teatro funciona si no existe la convivencia en un mismo espacio-tiempo?
Creo que nuestra disciplina es muy ortodoxa y la pandemia abrió un campo de exploración que no habíamos imaginado, se puede pensar en una experiencia fructífera no necesariamente teatral ya que se supone que para que exista teatro debe haber convivio teatral. Lo que hay como resultado es otra cosa, como lo fue con los recitales y el streaming. Hay algo del cuerpo a cuerpo que es energético e intransferible a través de una pantalla y esa experiencia es la que magnifica para mí la potencia de lo artístico.
Después de un tiempo de grabaciones muy discretas, finalmente se estrenó la serie Maradona: Sueño bendito.
La llegada del streaming es incalculable -más allá de las mediciones de la plataforma Amazon Home Video- lo que puede generar sorpresas inesperadas.
¿Qué tal la experiencia a partir del estreno?
Maravillosa, no puedo medir la magnitud ni los efectos de esto. Que lleguen las sorpresas inesperadas.
¿Cómo es el proceso de elaboración y puesta en marcha de una obra de teatro para una referente de la autogestión y la cultura independiente? ¿Cuándo entra en contacto la parte creativa con realidad concreta de producir y hacerlo realidad? ¿Los años de experiencias afilaron el sentido de lo práctico en favor de “lo realizable”?
En general estamos acostumbrades a producir sin dinero, comenzamos con el fervor y el entusiasmo de quien hace por puro gusto y placer, y en el medio vamos gestionando subsidios para poder realizar los proyectos artísticos, que si no fuera de esa manera seria aun mas difícil de hacer.
La parte creativa casi siempre choca con la realidad económica y con la de circulación de esa obra o material artístico, en ese sentido creo que hay que incorporar desde el vamos la figura de un productor para evitar problemas o viabilizar soluciones entre lo creativo y la realidad material de un proyecto. Los años fueron afilando un poco ese ojo, pero creo que hay que trabajar mas en pos de que la producción vaya a favor de lo creativo y no que el presupuesto nos baje el precio de lo que se produce. Sino lo que termina pasando es que dejamos de desear propuestas que nos resultan atractivas o más disruptivas para resolver con una mesa y una silla en escena.
Ya avanzada la primavera 2021, la situación pandémica está en una etapa que muchos describen como normalización. Las salas que resisten vuelven a abrir sus puertas, proponiendo talleres, obras, clínicas, experiencias varias.
¿Tenés alguna asignatura pendiente para cuando vuelvas al escenario?
Por suerte este año pude volver en varias ocasiones, lo que me queda como asignatura pendiente es poner en marcha un material nuevo que quedó guardado un poco por esta incertidumbre del futuro y lo que implica energéticamente, además del tiempo, la dedicación y el trabajo.
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