MARIANA MICHI: “LAS CONCLUSIONES TARDAN EN LLEGAR”

Mariana Michi baila con fantasmas en su nuevo disco Hijo de campeones, una descarga pop que levanta interrogantes a través de beats.
A continuación una entrevista exclusiva sobre su saludable presente creativo y el proceso detrás del nuevo material.

 

Mariana Michi está en constante movimiento. Mientras las olas covidianas de los últimos veinte meses le imprimen irregularidad a la agenda de la industria musical de todo el planeta, ella sabe cómo proliferar desde la canción. A pesar de todo, remarca que sigue siendo un tiempo ideal para hacer música: se compone desde otro lado, con un tiempo más propio, algo corrido del vértigo habitual. Allí encuentra su espacio para seguir multiplicando.
Ahora llega Hijo de campeones, una experiencia diferente que nos permite apreciarla desde otro ángulo, sorprendiendo aún más, revelando otras facetas.
Se trata de un trabajo producido ciento por ciento por ella misma. Es la primera vez que produce material propio de manera íntegra. Apostó fuerte al laboratorio casero y salió airosa. Cuando tuvo necesidad de abrir el material, buscando una mirada de afuera, recurrió a la sabiduría de compinches como Ezequiel Kronenberg, Mario Breuer y Brian Iele.
Días después de haber publicado el disco, Mariana confía a RAPTO, “el feedback fue constante y no sólo con colegas, si no también con amigues”. “En el mundo del arte es técnicamente muy difícil hacer todo solx”, remarca.
Se la nota energizada. Además de esa data fresca, vuelve a las aventuras musicales que van más allá de lo solista y las bandas. Sale de viaje, participa de encuentros y congresos musicales. Está muy activa, disfrutando.
Hijo de campeones tiene aportes de gente muy talentosa que es prueba férrea del camino estimulante que Mariana trazó con constancia.
“Soy consciente de la suerte que tengo al encontrarme con gente tan profunda e interesante”, observa desde Buenos Aires. “Recapitulando esos cruces vuelvo a creer en la magia cada vez”, reflexiona.
La presentación oficial del disco en Capital Federal será entrado el 2022, a partir de marzo. Mientras tanto, sin apuros, contempla posibilidades de fechas durante el verano, en diferentes partes del país.

Mariana Michi es una de las mentes más ocupadas de la nueva escena argentina, potenciando sus creaciones y aportes por una diversidad de proyectos que van mucho más allá de lo estrictamente solista.
Artista multifacética, productora musical y compositora, mencionar su nombre es referirse a un tendal de canciones que orillan sonoridades y estéticas inquietas. Además de su trabajo en solitario, participa en proyectos como Miau Trío, Mugre y 8 .
En 2019 fue ganadora de la Bienal de Arte Joven gracias a su debut solista con su primer álbum Cayó el Valiente. Durante el 2020, primera vuelta de la historieta pandémica lanzó un conjunto de EPs que la mantuvo en contacto con su público a pesar de las restricciones que imposibilitaron salir a tocar: La Paz Obligada y La Paz Obligada II. Allí Michi contó con la participación de invitades especiales como Julieta Venegas, Loli Molina, Juana Aguirre y Carola Zelaschi.
Eventualmente ese material fue presentado en Niceto, marcando un reencuentro con su público.
El reluciente Hijo de campeones fue producido por Mariana durante la cuarentena del 2020 y además contó con grabaciones de músiques a larga distancia y también con algunas grabaciones en estudio: Flor Iribarne (sintetizadores), Rocio Alí (bajo), Martu Fontana (batería),  Pedro Bulgakov (batería), Juan Belvis (sintetizadores), Juan Valente (guitarra eléctrica), Nahuel Briones (guitarra eléctrica) y Ernesto Romeo (sintetizadores), entre  otres talentos.
Se trata de diez canciones compuestas y arregladas por una Mariana que exhibe un pulso cuasi experimental desde lo rítmico.

El descubrimiento fue parte del proceso de Hijo de campeones. Los temas partieron siempre desde un lugar diferente. En ocasiones, un beat desnudo funcionaba como el punto iniciático que no tenía dirección alguna. La aventura pasaba por ahí.
La orquestación de las canciones llevó su tiempo. Las capas de Ableton Live llegaron de manera lúdica. Construir fue un disfrute.
En el disco lo rítmico se vuelve protagonista y despierta la curiosidad sobre cómo será la experiencia en directo de estas canciones. ¿Cuán física será la entrega? ¿Será una ocasión de baile cómplice entre artista y público? Está todo por revelarse puesto que el viaje recién está comenzando.
¿Tendremos oportunidad de experimentar en vivo este aluvión de baterías programadas, samples y sintetizadores electrónicos? Por ahora no hay nada confirmado, pero la puerta está abierta, puesto que Michi no es ninguna extraña para Rosario.

El ataque rítmico depara sorpresas y curvas filosas. El ropaje pop sintético abriga emociones muy humanas. Es casi un juego de contraposiciones. Una esencia a Moura flota por momentos. También algo de Bléfari.
Hijo de campeones propone un equilibrio entre cierto diseño de sonido y la Michi compositora, posibilitando canciones con interrogantes trascendentes que, si bien parten desde lo más personal, son universales: muerte, familia, pertenencia, amor, ausencia. Varias de las canciones tienen la superficie áspera de las cicatrices mal curadas por aquello no hablado o todavía por resolver.
Michi apuesta fuerte al uso del sinte y la computadora como instrumentos principales y sale airosa. En ese terreno sonoro los interrogantes aparecen como balizas de continuidad.
En su búsqueda, la artista incorpora instrumentos tradicionales pero desde cierta rotura, probando posibilidades y límites.
Mariana cambia la piel (una vez más) y construye canciones donde las preguntas afloran e interpelan a quien esté dispuesto a escuchar. Entre tanto, un sentido de perspectiva prevalece: Michi nunca canta una verdad como un irrefutable, tampoco cae en la arrogancia ante conclusiones personales, entiende que son interrogantes abiertos, casi expansivos.
Al final, Hijo de campeones podría pensarse como un diálogo por una convivencia saludable con los fantasmas de siempre.


-El disco tiene una intención de diseño de sonido:  lo sintético prevalece pero, por momentos, hay una partida desde el instrumento o sonido acústico. ¿Cómo lo encaraste?

El encare de este disco fue la composición y producción desde la compu, los sintes y/o las Programaciones de percu/batas; en diferencia al disco anterior que las canciones partieron de la guitarra para luego abrirse (o expandirse) a otra instrumentación. El diseño de audio estaba inspirado en música de videojuego, k-pop y músicas medio frenéticas y sintéticas que escuché ese último tiempo.

-¿Cómo fue la experiencia de la auto-producción?

Fue una experiencia divertida y salvadora. El proceso de composición y grabación fue durante el 2020, tuve mucho tiempo que destiné a producir y me hundí en esa labor. Me ayudó a atravesar esos meses de incertidumbre. Me resulta muy placentero experimentar con las Programaciones y el audio en general. Y hacerlo sola me ayudaba bastante para poder probar sin sentir que tenía que “hacerlo bien” o algo así. Cuando llegué a la instancia en la que dejé de tener registro acerca de lo que estaba haciendo lo compartí con amigues para que me den devoluciones. En ese momento entran Breuer y Kronenberg.

-Las canciones despliegan interrogantes sobre la familia y sus vínculos ¿Qué te hace preguntarte qué es la familia?

Me pregunto por la idea de familia, vínculos familiares y por las ideas del amor establecidas, porque influenciaron esquemáticamente mi vida y  muchas veces en un sentido negativo.

-Los varios interrogantes que trazan las canciones son abiertos, en ningún momento bajás una línea concreta o una pretendida conclusión.
¿Eso llegó como una decisión consciente o fue resultado natural?

Las conclusiones tardan en llegar. Es un disco que no pretende bajar línea sino compartir la inquietud, de manera que a mi me interesa más el Arte. Ahora bien, si charlamos de la conclusión que obtuve en lo personal procesando toda esa info que plasmé en el disco, es que no hay final. Quiero pensarme y repensarme, estar atenta a las alertas que la intuición/ la sensibilidad brindan. Hay que irse de los lugares o personas que hacen mal. Hay que aprender a dar segundas oportunidades y cuándo. Alejarme del orgullo. Entender que hay cosas simples, que hay fantasías que son lindas. Que el deseo es mío.

-Siempre estás embarcada en diversos proyectos: la solista, la banda, colaboraciones, etc. ¿Qué significan para vos esas constantes colaboraciones? ¿Cuánto te han potenciado tus compañeros y compañeras?

Amigues y colegas son mi escuela y mi refugio. Me aportan muchísimo con sus gustos musicales, sus formas de componer y pensar la música. También han hecho de espejo y me ayudaran a entenderme, conocer mis bordes y profundidades como artista.

Por Lucas Canalda
Fotografías por Nora Lezano

 

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