Quiz Raptiliano #18: Daro Ceballos

Quiz >  Cuestionario raptiliano para indagar en figuras de la cultura desde una óptica diferente.
Diez preguntas universales sobre el tiempo que habitamos + un puñado de interrogantes extras sobre su campo de acción.
Ilustraciones > Sebastián Sala

Daro Ceballos es productor, director y guionista. Abocado al cine de género, es fundador de la productora OTRO PLAN films.
Su curriculum arroja resultados de más 45 trabajos cortometrajes, serie web, largometrajes y videoclips.
Actualmente está abocado a un documental sobre el fallecido cantante Fabian Show.


¿Cuál es tu humor por las mañanas?

Por las mañanas soy un monstruo raro, casi Lovecraftiano, con un humor de perros, me gusta pensar que hay otra persona adentro mío para ahorrarme la explicación de ser como soy en esos momentos, hasta que tomo un par de mates y mi alma vuelve a ser la de siempre jaja

¿Quién es tu héroe/heroína? ¿Por qué?

Y la verdad es que como héroe/heroína no lo sé, en el arte tengo varios directores tanto argentinos como de otros países (Pablo Pares, Demian Rugna, Shyamalan, etc.), en lo personal mi pareja y mi familia cercana, me han enseñado muchas cosas sobre mí mismo y como mejorar como ser humano; tengo modelos a seguir que incorporo durante o mediante las experiencias, soy cauteloso conociendo a la gente, pero generalmente eso ha generado cruzarme con personas bastante genuinas e interesantes. Tengo viejos amigos que siempre están ahí y que admiro como hacen las cosas, ellos también son modelos a seguir.

¿Qué experiencia fue fundamental para que decidieras volcarte hacia el campo del terror?

Ahora resumiendo esto parece que la decisión fue solo una especie de acto de revolución (si se quiere) y estoy dispuesto a hacerme cargo de eso, pero creo que también en gran parte fue una decisión tomada siendo fiel a mí mismo, que es algo de suma importancia en mi vida. No sé si hay una experiencia concreta, el puntapié me parece que fueron las series de Escalofríos e Eerie Indiana que veía de niño y las películas también, que alquilábamos en VHS, en los rincones más recónditos del videoclub (saga de Viernes 13, Chucky, Cementerio de Animales, Zombi 3, etc.) y los libros que empecé a leer (Stephen King mayormente de adolescente), amaba las preguntas que me generaban esas historias, creo que también tiene un poco que ver con mi fanatismo con el misterio OVNI (el científico, no el que se usa para los chistes); si recuerdo dos momentos en los que creo que termine de decidirme, el primero fue cuando hice mi primer corto de terror, una especie de “found footage” con una cámara VHS de un amigo, corto que mande a los pocos festivales de cine que conocía en 2006, fue tan divertido (y placentero) hacerlo y ver el resultado que quise seguir creando mis propias historias; y el segundo fue en la charla que tuvimos en la universidad cuando éramos niñatos de 6° año donde se suponía que nos incentivaban sobre la carrera, un profesor dijo “Acá no vienen a hacer Star Wars” y pensé “y…ya veremos!” como desafiándolo; y ahí nunca más volví a dudarlo, porque si, en la universidad te hacen dudar de hacer ese tipo de cine.

¿Cómo fue la peor cita de tu vida?

Las peores fueron cuando había un interés inicial pero después de vernos no pasaba nada, y no porque no haya pasado algo fue mala, sino porque nunca me entere el “por qué” no paso, la incertidumbre me mata. Me paso dos veces, y en una pregunte y la respuesta no fue tan mala, jaja.

¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Aprendiste algo valioso?

Desarmaba motores de autos en el desarmadero de mi abuelo, aprendí que quería tener mis propios horarios y que quería trabajar de algo relacionado a lo artístico. Y por más que terminara negro de grasa y aceite en casi todo el cuerpo, sacar CADA tuerca de un motor era bastante terapéutico, aunque no lo crean.

¿En alguna ocasión te sentiste abrumadx por las redes sociales? ¿Por qué?

Si, a veces bastante seguido, no puedo evitar que me aparezcan cosas que no tengo ganas de saber, ni de ocupar mi tiempo con eso (chismes, típicas noticias argentinas, políticos corruptos, etc) sin embargo tengo mis redes bastante desintoxicadas de todo eso, pero siempre es mucho y constante, no logro todo el tiempo estar ajeno a esos temas.

¿Qué tipo de placer culposo disfrutas a escondidas?

Nada de esto lo hago a escondidas, y supongo que tampoco son culposos (la verdad nunca lo pensé): Me encanta casi cualquier película que aparezca Tom Cruise, soy adicto a la menta, como sea, granizada o en golosinas, de hecho tengo menta en una maceta en la ventana para usar con el mate, y por ultimo suelo fantasear despierto mucho con ganar un Oscar con una película de terror mía, es mi manera de soñar.

¿Cuán importante es el ocio en tu vida cotidiana? ¿Es imprescindible?

El ocio es imprescindible creo yo, siempre que no consuma toda nuestra cabeza, es decir, que no vivamos PARA el ocio. Ahora en cuarentena, hay gente que no ve las horas de que vuelvan a abrir los boliches para poder volver a salir como hacían antes y no es que yo no quiera salir a bailar, pero esta situación de pandemia me da ganas de cambiar, no quiero que todo sea igual, quiero salir distinto si o si, aprender algo; tampoco me creo mejor que nadie por pensar así, pero eventualmente van a tener fiestas de nuevo, y solo preocuparse por eso es estar ausente del momento histórico que estamos viviendo. El ocio diario, a diferencia de lo que creía en un pasado, permite que las oleadas creativas no me abrumen y generen un estrés extremo, y pueda laburar feliz. A veces dicen que no se disfrutar, quizás tengan razón, pero llevo la creación a todos lados, quizás en una fiesta puede dispararse una idea y comenzar a anotar un “mini argumento” en el celular, o debatir apasionadamente películas en plena previa con amigxs y alcohol, debe parecer que siempre estoy trabajando, pero disfruto de eso en cualquier contexto y situación. Durante una época la ansiedad me comía, sentía que no tenía el suficiente tiempo EN LA VIDA para hacer todo lo que quería hacer, ahora estoy tranquilizándome (UN POCO jaja) más.

¿En algún momento sentiste paranoia sobre los algoritmos?

Me fascina la red de tentáculos auditivos que tienen, ya no me sorprenden, quizás en este mismo momento están por mostrar productos con tentáculos, sentía paranoia cuando todavía no podían hacerme “daño”, allá por el 2010, ahora no pretendo estar desconectado, pero tampoco estoy embobado, lo llevo “con cuidado” si es que eso existe.

Tu canal de YouTube aglutina muchos trabajos de videoclips. Entre todas esas producciones vemos una diversidad de sonidos, edades y estéticas. En toda heterogeneidad, por supuesto, encontramos la obra personal de un autor.
¿Cómo encontrás el concepto de cada video? Por otro lado: ¿Qué te decide a trabajar con cada artista?

Algo que me gusta mucho es tratar de que en cada videoclip haya algo distinto al anterior, entiendo que quizás la impronta sea parecida, pero me molesta mucho las producciones actuales que son un calco de lo que hizo Pepito, porque Pepito tiene más seguidores. Creo que cada artista y cada canción tiene un “alma” distinta y eso visualmente, para mí, tiene que estar más que claro. Con el concepto empiezo hablando con el artista para saber que tiene en su cabeza, si es que viene con alguna idea de antemano y si no la tiene, directamente paso a escuchar la canción, y pienso en que imágenes se me vienen a la mente, SIEMPRE hay una toma que aparece primero en mi cabeza, y siempre es distinta, de ahí empiezo a hilar todo el video. En materia de videoclips hoy está muy bastardeada la “narrativa”, siempre es igual o directamente no existe, pero creo que es algo super importante, CONTAR ALGO, no me hace falta una épica espectacular, pero que haya una chica linda con poca ropa mezclada con el artista canchereando frente a cámara ya me aburrió, aunque puedo hacerlo si me lo piden, no hay dictadura de ideas, solo creo que eso no es lo que mejor le hace al rubro (porque después los pibes no quieren tener SU videoclip, quieren el de Duki).
Cada día estoy teniendo más trabajo como director de videoclips y eso me motiva mucho, con respecto a los artistas, no tengo ningún tipo de reparo para trabajar (salvo por algún par de irrespetuosos), el ultimo videoclip que hice Los Planes de Prima Limón, tuvo un desarrollo super dinámico con un intercambio de ideas super fluido e interesante, del cual me nutrí yo también como realizador porque Juli tiene una impronta bastante mística y misteriosa, pero también he hecho videoclips de extraterrestres robándole el asado a una banda de cumbia o representando a Dios como un ser deprimido y alcohólico por estar solo en la tierra ¿Qué más quiero yo que vivir de eso? jajaja

Al repasar tu CV (y tu huella digital) algo se repite: “Daro Ceballos, contador de historias”.
¿Toda la experiencia, versatilidad y nuevas herramientas están puestas en ser un narrador audiovisual?

Si, absolutamente, hasta en los pies de foto en cada publicación de Instagram trato de narrar algo, desde pequeño me pasaba horas en la pieza solo jugando con muñecos, los cuales interpretaban sus propias películas. Me atrae que me cuenten historias, me da curiosidad, quiero saber que va a pasar. Toda nueva herramienta que vaya adquiriendo me sirve para contar historias y eso es como un rompecabezas que me encanta ir armando, en donde puedo usar esto y aquello. En esta cuarentena estudie mucho mas el fotomontaje en Photoshop, que si bien lo sabia usar, ahora estoy destripando todas sus posibilidades y ya activo en mi otra búsqueda, y ya me puse a indagar en las posibilidades de crear una novela visual, todo me sirve, como dice Cerati. Con la fotografía me paso lo mismo, me “enamoré” cuando empecé a verle su lado más narrativo (y fantástico), es sorprendente como una imagen fija puede dispararme tantas suposiciones e interpretaciones.
Todavía estoy en la búsqueda de una visual/narrativa totalmente propia, se que tengo muchas influencias, pero siempre estoy armando ese rompecabezas, creo que el dialogo con otro tipo de arte/técnica/herramienta es fundamental para un realizador como yo.

Recientemente, la decisión de Mariana Enriquez como directora del Fondo Nacional de las Artes (FNA) de acotar la convocatoria de su concurso literario a los géneros de ciencia ficción, fantástico y terror, generó un revuelo tremendo.
La polémica (demasiado sensacionalista por momentos) dejó en evidencia, una vez más, que todavía existe un tremendo prejuicio con el género del terror.
¿Por qué te parece que luego de décadas de larga tradición en el cine, la literatura, el relato oral y grandes series de TV todavía exista semejante prejuicio con el género?

¡Siiii! El concurso me vino re bien para apurar el libro, estoy chochísimo con el FNA, a veces nos toca una a nosotrxs jajaja. No sé bien de donde sale este prejuicio en lo literario, aunque no creo que sea muy distinto que en el cine (que es terreno super joven en argentina), pienso que es por pura ignorancia, Argentina tiene un bagaje “intelectual” donde no entra el género fantástico porque creen que esto solo consta de cortar cabezas y monstruos locos corriendo por ahí pero no, siempre están olvidándose de lo más importante y lo mejor que tiene esto: Poder hablar de la realidad, contando otra cosa. La primera película de ciencia ficción argentina, Invasión, de Hugo Santiago, Adolfo Bioy Casares y Borges cuenta sobre unos seres externos que vienen a invadir una ciudad, pero no “habla” sobre eso, su tema está clarísimo, y esa es, el gran arma de este género. Uno de los problemas está en el ámbito académico, se bastardea al género desde el primer año de las carreras en formación artística, siento que creen que no es “digno” de ser estudiado. Sin embargo, a favor de la universidad, el juego se está abriendo cada vez más, los profesores/as están entendiendo que hay una sustancia e importancia en esto, incluso varios me han dicho “entendí cuán importante es el género que haces cuando mi catálogo de películas para ver era del 90% de cine fantástico” y los alumnos ya no tienen miedo de escribir y filmar un cortito de asesinos o extraterrestres. Por fortuna contamos con algunos profes y personas como Mariana que piensan que este género es igual de importante que cualquier otro y estos son los que marcan las grandes diferencias en las instituciones. Sin ir más lejos mi trabajo final de grado (junto a dos compañerxs) es de zombies, una historia postapocalíptica, no iba a irme de la carrera sin plantar una bandera.

El año pasado realizaste la muestra fotográfica «Clandestina», combinando fotografía, retoque digital y fundamentos de terror para evidencia situaciones sobre violencia de género física y psicológica.
¿Cómo surgió esa idea? ¿Qué tipo de feedback lograste con la muestra?

La verdad es que no tuve mucho feedback, la gente que me hablo fue para decirme que entendieron de que iba la muestra, sin embargo, con esa obra no quería ser tan protagonista, o al menos no yo mismo, sino lo que aprendí haciéndola y por supuesto, el mensaje. La idea empezó distinta, era una muestra de terror simplemente, escenas fijas y horrorosas que quería que generen preguntas (¿Qué paso acá? ¿quién es esa persona? ¿es una persona?) esa extrañeza de una escena increíble en lugares cotidianos, da la casualidad de que cuando estaba desarrollando la idea para empezar a sacar las fotos, toda la revolución feminista moderna empieza a entrar fuerte en mi vida, por mis amigas (la mayoría de las modelos de las fotos) las cuales me enseñaron muchas cosas que no entendía del movimiento, con mucho amor y paciencia, yo no fui ajeno a eso y quería también cambiar las cosas que tenia de “herencia” machista y así como en lo cotidiano lo empecé a hacer, me di cuenta que los horrores que iba a mostrar en las fotos no eran muy distintos a los que veía en los noticieros y en las redes, así que replantee la idea, modificando el tema y realice las fotografías pensando en eso. No son casos en concreto, son una representación visual y alusiva a la violencia machista tanto física, psicológica como simbólica, donde lo terrorífico no está muy lejos de lo real, lamentablemente. Lo curioso es que al verlas no generaron preguntas como pretendía en un principio, sino todo lo contrario: generaron un reconocimiento de la escena, la gente no se preguntaba que estaba viendo, sino que reconocía la realidad en esa ficción, fue raro pero efectiva (la obra), una manera de exponer ese horror.

 

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