MAXIMO PARK: “LA POLÍTICA AFECTA TODA TU VIDA. ES IMPOSIBLE AISLARSE”

El grupo británico acaba de editar Stream of life, su octavo disco de estudio. Con canciones contagiosas listas para llegar al público, el trío demuestra un presente saludable. Entrevista desde Inglaterra.

 

Como una de las incorporaciones más memorables de la expansión del indie-rock en el Reino Unido a principios de la década de 2000, Maxïmo Park supo mantenerse relevante a lo largo de las dos décadas desde que surgieron por primera vez. Si bien ahora son un grupo muy diferente, tanto en sonido como en miembros, desde que llegaron, siempre han buscado producir himnos de guitarra frescos y atractivos basados en sus héroes del college rock de los 80.
Continuando con ese espíritu energizante, ahora están de regreso con su octavo álbum de estudio Stream of Life, novedad que los mantiene gancheros gracias a un entendimiento claro desde el vamos: la misión es contagiar ideas bien puestas.
El disco fue mayormente producido por Ben Allen (Gnarls Barkley, Animal Collective), además de Burke Reid (Courtney Barnett, Sports Team) en otras canciones.
No se trata de un trabajo que reinventa ni revoluciona nada. La banda buscó hacerse de canciones contagiosas, que capturen la forma que demuestra en sus conciertos. Con esa idea como base, produjeron once temas que habla de los vínculos personales, política, los privilegios de la elite en una sociedad configurada para unos pocos.
Paul Smith vuelve a liderar la tropilla, tanto en la composición como en su voz como cantante, demostrando una seguridad que cede a pesar de los años.
Al crear un enfoque amplio y conciso de su estética, todavía parece que están lejos de quedarse sin ideas después de casi veinte años de trabajo. Stream of Life será un disco más, pero es cumplidor. Tanto para la banda en vivo, para su catálogo y para su audiencia fiel que espera novedades, tanto del estudio como en las salas de conciertos.
La banda lanzó su sencillo debut The coast is always changing hace veinte años y desde entonces, han tenido cuatro álbumes en el Top 10 del Reino Unido. En ese sentido, los integrantes de la banda reconocen que su longevidad es “rara” para una industria musical desesperada por la novedad de la juventud, pero atribuyen su capacidad de permanencia a su sólida ética de trabajo.

En la actualidad la banda está conformada por el cantante, compositor principal y frontman Paul Smith, Duncan Lloyd en guitarra y Tom English en batería. Con la constancia que otorga la estabilidad, la creatividad del grupo funciona de forma correcta, sin demasiados sobresaltos. De esa forma, el trío arremete con sus compromisos, entregando canciones y conciertos, siendo, ante todo, una banda de la gente.
Maxïmo Park mantiene su viaje desde su primer álbum A Certain Trigger de 2005, lanzamiento que resultó multiplatino y nominado al premio Mercury.
El cantante y letrista Paul Smith puso sus colores sociopolíticos en el mástil, y este colorido activismo continuó como hilo narrativo a lo largo de los álbumes posteriores de la banda de Newcastle, alcanzando un clímax en Risk To Exist de 2017, un disco nacido de años tumultuosos, tanto en lo social como lo personal.
Como banda de pop, Maxïmo Park tiene como objetivo producir canciones pegadizas, melódicas y memorables.
Más allá de las tendencias y cambios en la industria de las últimas décadas, el trío siempre sostuvo su vínculo genuino con su público, algo que logran una y otra vez, con giras constantes y en festivales.
Como álbum musical, Stream of life llega para corroborar la vitalidad de la banda. No se trata de su trabajo más destacado, aunque es un disco sólido. Quizás no funcione como una puerta de acceso ideal para un público nuevo, ni tampoco como llave renovadora de ciclo vital. Sin embargo, aunque puede haber una ligera caída en la segunda mitad, la personalidad de la banda se sostiene para llegar a la meta.
“Quisimos grabar desde la energía”, explica Duncan, conectado en una jornada de prensa internacional que recién comienza. Desde Inglaterra, el guitarrista agrega que “fue grabar sin pensar demasiado. Enfocar la energía para conseguir canciones directas”.
“Grabar en Atlanta, en los pagos de Ben, fue una aventura en tiempo correcto. Estuvimos concentrados porque tampoco contamos con un presupuesto para dilapidar haciendo la América”, confía, sonriendo.
La última vez que grabamos con él, lo hicimos en el confinamiento. Estábamos en Newcastle, en el Reino Unido, grabando aquí, y él estaba a la par en Estados Unidos. Pero él quería trabajar con nosotros de nuevo, y nosotros queríamos trabajar con él, así que nos invitó”.
Solo tuvimos, digamos, poco más de dos semanas”, comparte Duncan, haciendo hincapié que el presupuesto de la banda era acotado por lo que tuvieron que reforzar su efectividad.
“Todas las canciones se hicieron en vivo, excepto «Armchair view», que es una acústica. Esa la hicimos separados, pero todo el resto se tocó en vivo. Tocamos tres o cuatro veces cada canción, hasta que estábamos conformes”. 

-Habitamos un tiempo que demanda más posproducción que trabajo en primeras tomas. Stream of life suena dinámico. Se percibe que el proceso fue orgánico y que no hubo demasiado trabajo de sobregrabación.
¿Ese resultado pasa porque están seguros dentro del estudio? 

Hicimos un overdub muy sencillo, pero lo mantuvimos muy enfocado, muy directo, de alguna manera. Después de tantos años haciendo música, este es el octavo álbum, estamos seguros, pero no sabemos todo. Siempre hay cosas que aprender, creo que en algunas maneras puedes desaprender otras.
Supongo que mucho de la seguridad dentro del estudio pasa por ser abiertos. Cuanto más creas y vas al estudio, más entendés el lienzo. Creo que ir a algún lugar, especialmente cuando trabajamos con personas diferentes, es tener curiosidad. ¿Cómo funcionan ciertos artistas o productores? ¿Cómo obtienen su sonido? ¿Cómo podemos trabajar con ellos o trabajar juntos para crear algo nuevo? Incluso hablando del gran Steve Albini, siento que siempre fue muy abierto, en la línea sobre cómo puedes grabar, cómo puedes obtener un gran sonido en el estudio, para que cualquiera con micrófonos pueda empezar a grabar. Y me encanta esa naturaleza muy abierta de la manera en la que habla sobre la grabación. Y creo que eso siempre me ha influenciado a un grado considerable, gente que puede tener una mente abierta y también escuchar el espacio en el que están, saber que no hay una regla para todo.  El micrófono no tiene que estar a cinco centímetros de distancia del amplificador. Puede ser metros de distancia, puede ser lo que quieras. Me gusta mucho ese proceso creativo de grabación.
Así que nunca es aburrido entrar al estudio. Me gusta. Tenemos suerte de trabajar en ciertos estudios del extranjero o en el Reino Unido. A veces volvés a casa, metiéndote en tu estructura básica, y podés meter algo de lo aprendido. Porque también hay mucho beneficio en grabar lo-fi. Un estudio está todo bien y suena óptimo, pero no hay razón para que nadie no pueda hacer un buen álbum sin todo eso. Así que es genial tener un contraste.

-Acabas de mencionar a Steve Albini. Fue un productor fundamental para la historia de la música contemporánea. Especialmente para nuestra generación fue esencial. Produjo los discos que nos formaron y cambiaron nuestra apreciación estética.

La muerte de Steve Albini fue muy… fue muy triste para nuestra generación. Steve Albini es una gran influencia y obviamente un gran productor. Pero fue un tipo que casi cambió nuestras mentes y nuestra percepción para nuestra generación. Su muerte fue un gran shock. Creo que, en estos tiempos, el 61 es una edad muy joven. Creo que mentalmente tenía mucha energía.
Steve fue un verdadero pensador, y creo que su actitud hacia la industria, tuvo influencia saludable para el ambiente de la música y para quienes trabajamos en ese ámbito.
Lo relevante de Steve fue escuchar a alguien que estaba arriba y abajo del escenario, diciendo lo mismo. Era una actitud coherente. Tenía una postura respetable. Muchas personas de la industria musical hablan, pero alrededor, más tarde, actúan de otra manera. Él estuvo ahí, en ambos frentes. En el arte de la grabación fue único.
Como bien dijiste, es una enormidad el legado que dejó atrás. Todo de Pixies, PJ Harvey y The Breeders. Tantos álbumes que crecí escuchando fueron hechos por Steve Albini. Obviamente Nirvana, pero muchas bandas de punk muy interesantes y menos conocidas. Me encanta el modo en que empezó a grabar porque le gustaba el sonido de un punk de 7 pulgadas que venía del Reino Unido. Dijo que quería hacer algo así, que tuviera ese sentimiento. Eso en sí es perfecto.
Es una gran pérdida porque creímos que un día podríamos ir a hacer con él. Porque era tan fácil que cualquier banda podía hacer una sesión con Steve Albini. No era muy caro tampoco. Creo que se merece todos los honores. Es una gran pérdida para la música.

-Siento que la banda siempre está en algo. Cuando no están tocando en vivo, o en una gira, están preparando material nuevo.  ¿Dirías que son una banda de ética trabajadora?

Creo que, ante todo, disfrutamos. Además somos gente enfocada. Hay un aspecto trabajador. Creo que todos somos una familia de trabajadores donde dedicarse es importante. También somos gente creativa y curiosa. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos hacer que no hemos hecho? No importa si trabajamos juntos o si trabajamos individualmente en diferentes proyectos. Siempre buscamos algo. Yo escribo cada día. Hoy estuve escribiendo. Está en la sangre, ¿entendés?

-A la distancia, repasando sus discos, me pregunté si ustedes se consideran una banda política. De alguna manera, supieron interpelar, sin recurrir a la bajada obvia. 

Uno siempre basa sus canciones en el mundo que tiene alrededor. Creo que la política entra en algunas de las canciones que escribimos. No puede evitarse eso porque es parte de la vida y las decisiones que hacen nuestros gobiernos siempre nos afectan. Somos parte de la gente. No puede evitarse ser afectado por la política. Hay un álbum que hicimos llamado Risk to Exist que habla abiertamente sobre la política.
Por ejemplo, creo que fue durante el tiempo del Brexit y nosotros como banda estábamos contra el Brexit. No queríamos nada de eso. Pensamos que ser músicos era una forma de viajar y ser parte de algo más amplio en Europa. Pero también queríamos viajar por el mundo. Creo que ser aislacionistas y todo eso no nos apetecía. Así que creo que eso nos afectó. Puedes escuchar en algunas de las canciones que a veces sientes una desconexión con el Reino Unido o con Inglaterra, o lo que sea.
Es difícil sentirse conectado con el gobierno o las decisiones de tu país. Especialmente cuando las personas en poder no son las personas a las que votaste. Sientes esta extraña desasociación. Así que te sientes cómodo expresándote en la música y en el arte en general. Estamos a un nivel comprometido, lo mezclamos con todas las cosas que nos afectan en la vida, creo.

-¿Cuando toman la decisión de hacer canciones directas es sencillo concretarlas? No debe ser tan sencillo el proceso, aún para tipos experimentados como ustedes.

Si fuera tan fácil, el mundo estaría lleno de canciones pop atractivas. Y no es así, no es tan fácil. Creo que es más difícil cuando nos volvemos más viejos. Estamos escribiendo casi 35, 40 canciones. Y sí, hay muchas canciones que no son tan atractivas o que son más oscuras, que pueden requerir mucho más tiempo. Las canciones que tenemos, que hemos tenido durante años, están tratando de encontrar un lugar en el que pueden encajar.
Creo que tal vez porque hubo una presión en nosotros para hacer este álbum, hay una energía y tuvimos que encontrar un momento. Creo que eso vino de la presión de hacer las cosas rápido, seguir nuestros instintos. Es probablemente el álbum más instintivo.
Todas las canciones toman un tiempo. Algunas canciones tienen un verso y un estribillo. Tal vez no funcionen de inmediato. Todas toman trabajo. Pasamos mucho tiempo para hacerlas bien.

-Después de tantos años haciendo canciones, ¿cómo sabes cuándo aparece una buena canción? ¿Tienen un proceso? ¿Sientes una vibra? 

Creo que algunas se sienten de inmediato. Cuando escribís una buena canción se siente de inmediato. Hay algo especial en esa canción. Otras canciones, por ejemplo, son divertidas porque nuestro baterista, Tom, es muy franco. Él dice, esa canción es buena, esa canción no es buena. Él es muy bueno en eso.
Uno puede escribir mucha música. Producir todavía más. Pero se vuelve fundamental tener un director que diga, acá sí, allá no. Resuelve y ahora tiempo.

-Mi última pregunta tiene que ver con el paso del tiempo: empezaron la banda como adolescentes y ahora son personas maduras que crecieron en la industria de la música, tocando, grabando y saliendo de gira.
¿De adolescente pensaste que ibas a darle tu vida a la música?  ¿Creías que ibas a hacer un medio de vida de componer, tocar y grabar? 

Cuando era joven siempre escribía melodías en mi cabeza así que creo que siempre pensé que haría música de alguna forma, ya sea tocar música en casa, pero no pensé que todavía tendría una banda a la edad que tengo. Tampoco podría tocar en vivo, saliendo de gira. No podía ver eso.
El hecho de que todavía podamos tocar en vivo a la gente es especial. Siendo joven pensás que una banda puede durar dos o tres discos, si sos afortunado. Es genial el hecho de que esta banda haya sucedido. No creo que hubiera podido verlo. De no haber tenido a Maxïmo Park, igual hubiera estado involucrado en hacer música, incluso escribiendo canciones en casa, para nadie.

 

Por Lucas Canalda

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