MUERAN HUMANOS: TRANCE HIPNÓTICO

Mueran Humanos se adentra en su universo y exhibe partes de la criatura creativa que supo construir

A las cinco de la tarde del sábado Rosario se prepara para un partido de fútbol y eso se evidencia notablemente por sus calles. Por el microcentro, mientras grupos de hinchas caminan con dirección al parque independencia, Mueran Humanos y la DJ Tau Ceti buscan un bar abierto donde almorzar. “Mejor comer ahora, odio comer antes de tocar” dice Tomás Nochteff, el individuo a cargo del bajo, el sinte, y otras tantas herramientas sónicas. Las primeras dos sugerencias para el tardío almuerzo tienen sus puertas cerradas. El tercer intento es un bar ubicado en la esquina de la peatonal Córdoba y calle Maipú, casi enfrente de de la histórica disquería Utopía, punto de venta de las anticipadas para el recital de esta noche, la primera incursión rosarina del dúo berlinés. Tomás comenta que estaría bueno pasar por Utopía porque le comentaron que es una disquería clásica donde hay buen material. Carmen pregunta sobre la tercera opción para almorzar. Ante la respuesta de que es un bar bien señorial y tradicional, la cantante y responsable del sinte, theremin, percusión y variados instrumentos,  dispara un divertido “Ay, buenísimo, así hacemos Almorzando con Carmen Burguess. En el centro del bar en cuestión hay una mesa principal escoltada por una bandera argentina. Todo el grupo sugiere que Carmen tome la cabecera para que su reciente fantasía se vuelva realidad. Mientras revisan el menú la dupla cuentan que mientras están en su país natal aprovechan para comer todo lo que no pueden conseguir en el viejo continente. Comentan que la yerba para el mate que encuentran en Berlín viene de Turquía. También recuerdan que encontraron “una especie de pasta rusa símil dulce de leche que viene en pomo” que compraron en un supermercado ruso a la vuelta de su casa hasta que hubo desacuerdos económicos entre ambos países. Luego de ordenar su almuerzo (ensaladas, milanesas, supremas y cervezas) la charla fluye relajada y divertida. Ante el inminente partido de Newell’s Old Boys que la TV ya comienza a transmitir y se reproduce por triplicado dentro del bar, Tomás cuenta que su antigua banda argentina, Dios, estuvo a punto de llamarse “Muerte al Fútbol” porque el deporte siempre era un impedimento al momento de juntarse a ensayar. El grupo expresa su deseo de llegarse a conocer el Monumento a la Bandera e inmediatamente alguien sugiere que “estaría bueno hacer fotos con los granaderos”. “De chica me divertían los granaderos, eran los únicos a los que les hablaba y nunca jamás respondían” recuerda riendo Carmen. La mesa se pregunta si hay granaderos en el Monumento. Hay pero en la sala de las banderas y es un interrogante el horario. Habría que llegarse a chequear aunque el tiempo está apretado: a las 19hs está convenida la prueba de sonido y hay que almorzar, hacer fotos, recorrer disquerías y estar puntual para la prueba en Floyd, lugar del recital. El monumento tendrá que esperar, al menos por hoy. Esta noche debuta Mueran Humanos en Rosario. En la ocasión los acompañan Víctima del Vaciamiento, el actual proyecto del genial Osvaldo Zulo, Black Pope y la DJ Tau Ceti. “Una fecha histórica” afirma la cabeza de un sello independiente ese mismo día. “Para mi la fecha más importante del año” concluye.
La expectativa no es para menos, luego de años de disfrutar su música y sabiendo que el grupo está formado por dos argentinos que armaron el proyecto en Europa, con Mueran Humanos se da una una extraña intimidad de Tan cerca, tan lejos. Después de largos años de disfrutar online de su catálogo y leer sobre sus aventuras por el mundo, el público rosarino finalmente podrá disfrutar en directo de canciones como “Amuleto”, “La langosta” y “Festival de luces”, entre otras tantas. Tau Ceti, principal responsable de llegada del dúo berlinés a Rosario, relata que “Les escribí y como la mayoría de los artistas que sigo no tienen muchos delirios de grandeza, me contestaron prontamente. Ivan Tamous del sello Registro Pasamontañas tenía tantas ganas como yo de que tocaran en la ciudad y estuvo organizando a la par. Liza Carelli viene auspiciando noches intermitentes de Dark wave en distintos espacios rosarinos bajo el nombre artístico de Tau Ceti desde hace poco más de dos años, acerca de que propuestas como estas tengan constancia y una mayor visibilidad en la ciudad observa que “Mueran Humanos es una banda muy reconocida, esa diferencia de parámetros a lo que los demás consideran alternativo puede ser una secuela por profundizar y estar entre las minorías. No pienso el crecimiento cuantitativamente o que sea más visible cierta movida. Para mí el crecimiento se genera a partir de la empatía y resulta muy difícil practicarlo en una ciudad como Rosario donde muchos artistas apoyan lugares creados a base de la explotación y el maltrato. Es nefasto que el músico pague para tocar o se encuentre con eventos financiados por el estado que ni siquiera reditúan los viáticos. Lo peor es que teniendo conciencia de eso, sigan yendo y tocando en esos sitios”.

Mueran Humanos se hace carne en los subterfugios nacidos ahí donde el ruidismo, el punk y el krautrock se frotan engendrando mil descripciones diferentes. Es un magnetismo primal que atrae hasta entregarse a lo hipnótico bajo una seducción que muerde. Los sintetizadores y la base allanan el camino para las palabras que en Mueran Humanos son un crescendo constante; un éxtasis que va construyendo parte por parte hasta envolver al oyente en un ejercicio proto surrealista; flashes estroboscópicos de insinuaciones ballardianas. “El círculo”, “Cosméticos para cristo”, “Corazón doble”, “Culpable”: un festín de climas densos guiados por la repetición de palabras que se desmarcan de a poco y pueden vestirse el traje de minimalismo así como también colgarlo según la búsqueda que demande la canción. Lo que siempre asoma como constante en Mueran Humanos es la canción pop o la idea que ellos tengan sobre qué es eso. Su horizonte es la canción pop y su transporte para alcanzarlo son las herramientas que detentan asperezas. Miseress su último trabajo hasta la fecha parece equilibrar de manera orgánica el universo sonoro y el imaginario que gestaron en poco más de una década. Lanzado en 2015 el disco fue registrado íntegramente por Burguess y Nochteff en su hogar en la capital alemana luego de un  frustrado paso por estudios de la ciudad de Nueva York que terminó con la dupla descartando todo lo grabado para reconstruir desde la base.  “Lo escuchamos y no nos gustó el resultado” comenta Tom sobre esa primera instancia. Carmen detalla que “ No nos gustó. Por otro lado también nos dimos cuenta que quizás delegamos demasiado en un tercero. Nos falló eso del disco porque que no nos gustaba, nos habíamos ido re lejos, de hecho, fuimos a Estados Unidos y fue toda una historia. No es lo mismo que grabarlo en tu casa, no te gusta, lo volvés a hacer, no, fue un viaje con un montón de esfuerzo y un montón de plata perdida. Entonces nos pusimos a pensar y llegamos a la conclusión de que lo más inteligente iba a hacer aprender a grabarnos en casa”. Acerca del resultado no satisfactorio y las razones por las cuales no se sintieron conformes con el material, el cantante explica que “No era tanto necesariamente la grabación, eso no nos gustaba pero tampoco nos gustaba el disco. No fue empezar de vuelta con las mismas canciones, fue un empezar de vuelta de a poco, algunas canciones son las mismas y otras no. Fue empezar de cero. De hecho, de ese disco descartado hay canciones en nuestro último trabajo y ahora va haber en el próximo, en otras versiones”. Miseress, cuya portada es obra de la propia Burguess, fue editado por el sello británico ATP Recordings. Entre 2015, su último lanzamiento, y 2007, con “La Langosta” primera canción editada por el grupo, hubo algunas canciones colgadas, dos EPS, y el disco debut, Mueran Humanos, lo que evidencia un timing diferente en el dúo. Mientras algunos de sus contemporáneos producen y editan sin detener su motor, Burguess y Nochteff tienen otra forma de pensar sobre publicar con celeridad.
– Ustedes se toman el tiempo en lanzar un nuevo material. No tienen urgencia de presentar novedades. ¿Eso debe a ser muy detallistas? ¿O tal vez sea por decisiones internas en que ambos tienen que estar plenamente conformes?

Tom: Es eso.

Carmen: Un poco de todo.

Tom: No somos detallistas en un sentido estricto, lo somos pero nos gusta la crudeza. Tiene que tener algo muy especial para que nosotros lo editemos. Tenemos que sentir algo muy especial con la música. También nuestras canciones son como ideas que tenemos y pueden tener muchas formas y hasta que encontramos la que nos parece definitiva pasan muchos estados.

– Es diferente al ritmo que llevan otras bandas independientes que tienen casi una urgencia en compartir nuevo material para salir a girar. Mueran Humanos tiene tiempos muy propios.

Tom: Eso fue desde el principio. Nosotros arrancamos en 2006 justo en la explosión de los sellos digitales y recién sacamos nuestro primer disco en 2011.

Carmen: Es verdad, no aprovechamos ese auge (risas)

Tom: No nos dejamos llevar por la locura de todo el mundo. Me acuerdo que hay grupos que empezaron en la misma época que nosotros y en el tiempo que nosotros sacamos un disco sacaron seis discos digitales o simple y esto y lo otro. Veíamos una especie de histeria colectiva de “inundá el mundo con tu música”, de estar gritando todo el tiempo “Escuchame, escuchame” y medio que nos apartamos de eso. Queríamos que fuera especial nuestro disco.

– Las letras de las canciones van construyendo un trance hipnótico al jugar con las palabras para hacerlas crecer y crece. ¿Hay una espontaneidad que va surgiendo a partir de la música o hay un ejercicio de tipo surrealista?

Carmen: Es muy variado. Cada canción tiene su historia propia, no es que hay un método que persista. Hay letras que surgieron espontáneamente, que son como sale un poema. Hay algunas que hizo él otras que hizo yo…”que hizo yo” anota eso (risas) Hay cut ups. El caso que no predomina es que esté la música hecha y entonces hay que ponerle letra y ver qué se le pone, a ninguno de los dos nos gusta eso. Tratamos que desde movida la canción tenga alma, por eso están las letras y la música.

Tom: Es muy orgánica la forma en que hacemos las cosas. Tanto en letras como en música. Surge una cosita, después otra sobre eso y otra. Eso se va desarrollando entre los dos, en nuestra casa donde hacemos todo. La letra también surgiendo medio así. Por ahí, de golpe, yo hago un cut up, me pongo a cantar y queda todo.

Carmen: No hay una respuesta uniforme. Cada tema tiene su acercamiento. Pasa siempre de manera diferente.

– Ustedes tienen un concepto de libertad sobre lo que fue o es el punk. Encontraron liberación adonde otros interpretaron ideas dogmáticas a las que luego quisieron imponer formatos aprobando o desaprobando con el dedo acusador.

Carmen: Sí, suele pasar con todo.

Tom: El punk para mi generación fue el catalizador de ese momento. Tener trece años y de golpe encendió algo que ya teníamos adentro. Quizás de haber sido en otra época hubiera sido otra cosa, en ese momento era eso. Es una avenida a un montón de contracultura. Pasaron unos poco meses entre que yo escuché Sex Pistols y Velvet Underground. Rápidamente iba por donde a  mi me parecía. El punk es un ambiente también. Era un ámbito buenísimo para conocer gente, se juntaba gente de distintas clases sociales, edades; un montón de cultura y un montón de salvajismo. Seguro que eso sigue estando para un montón de chicos y está buenísimo.

En 2011 cuando llega el larga duración homónimo Muera Humanos recibe propuestas de diferentes sellos ofreciendo editar el flamante material tanto en Europa como en Estados Unidos. De repente el grupo llega a un acuerdo con las compañías: en el viejo continente el disco sería editado en CD por los italianos de Old Europa Cafe mientras que en el gran país del norte Blind Prophet lanzaría un vinilo del debut. En la actualidad ambas ediciones están agotadas y se encuentran sólo en el mercado de coleccionistas mientras son atesoradas por los seguidores que pudieron comprarlos en su momento.

– ¿Cómo fue recibir propuestas tan entusiastas de los sellos para publicar ese primer disco?

Carmen: Fue sorprendente pero también en el momento no pensé nada.

Tom: Al principio fue un flash. Cuando sacamos el primer disco nos escribió un pibe de Estados Unidos “te saco el disco en vinilo rosa, les hago una gira”. Fueron un par de cosas que fueron así y después lo demás fue muy gradual, no hubo tampoco un momento en que apareciera toda la gente, también tocamos desde hace once años.

Carmen: Claro, no hubo saltos extraordinarios, no fuimos del Salón Pueyrredón al Show de Letterman (risas). En su momento cuando nos ofrecieron editar el disco y esas cosas, yo, particularmente, no pensé mucho dije “buenísimo”.

Tom: Hubo cosas más sorprendentes que otras. Que nos llevaran a Rusia, a Nueva Zelanda, lugares medio extraños.  Lo  mismo en Latinoamérica, fuimos a México, Colombia, Perú, ahora vamos a volver a muchos de esos países. Pero siempre fue muy gradual, como te digo.

– Recién ahora están trabajando con una agencia pero durante un tiempo decidieron hacerle un bypass a ciertas formalidades como managers o agencias de prensa.

Tom: Nosotros estamos trabajando con un booker desde hace un año. Estuvo bueno arrancar con eso. Nos ahorra un montón de trabajo de oficina, eso nos quita mucho.

Carmen: Trabajando todo nosotros solos tenemos que estar muy encima de las contestaciones.

Tom: El DIY no es una especie de religión ni nada. Creo que en todo momento tenés que tomar las decisiones que necesitás. Ahora en Europa tenemos un booker y está todo super bien pero por ejemplo esta gira la armamos nosotros.

– ¿Cómo es el público que encuentran? Me da curiosidad saber sobre su público porque el nombre de la banda es algo que se presta a muchas interpretaciones.  Imagino alguien conocimiento la banda por su nombre e imaginando “Son unos misántropos, esta noche voy con ellos y subo al escenario a cortarme y salpicar sangre”.

Carmen: ¡Ha pasado eso! (risas) Una vez, creo que fue el segundo show que hicimos en Argentina, hubo heridos. Fue en Burzaco, en Tío Bizarro. Segundo o tercer show.

Tom: Sí, sangre por todos lados, fue terrible. No sé bien cómo fue pero había demasiada gente y todo el mundo estaba muy sacado y de golpe yo estaba con un pibe que estaba cortado. Fue un bajón total, nuestro pequeño Altamont. Nada que ver con lo que nos gusta a nosotros. Cuando las cosas se ponen espesas cortamos el show, siempre.

Carmen: Horrible. Nada que ver. Fue espantoso. A mi me gusta la violencia sólo en la ficción.

Tom: Si es que hay una onda violenta cortamos el show y ya fue, no quiero que nadie la pase mal. En general nada que ver, no son así las cosas, ha pasado pero siempre es re buena onda todo.

– Una manera de disfrutar de su libertad es tocar en todos lados. Mueran Humanos puede estar tocando en el tercer subsuelo del underground y también tomar su lugar en un festival. Acciones así le dicen no al elitismo.

Tom: Es que yo creo que si lo que hacés es puro y sos fuerte vos no lo vas a contaminar. La cuestión es quién invade a quién. Si un super festival nos lleva a tocar nosotros no estamos aceptando ningún de cuestión estética o ideológica, lo estamos invadiendo.

Carmen: Nos sentimos un poco así.

Tom: No tenemos nada que demostrar. Nada de “Ay, yo soy libre porque sólo toco en un squat”. Es una boludez, así vas a terminar tocando siempre para la misma gente que piensa como vos. Si vos querés hacerlo, todo bien, pero yo no siento que tenga que demostrar las cosas de esa manera. Nuestra obra habla por sí sola, también como lo que hacemos nosotros.

¿Cambió la percepción de su trabajo acá en Argentina una vez que hicieron pie allá? ¿Se acercó más gente a sus proyectos una vez que Mueran Humanos comenzó a ser conocido?

Tom: No podríamos comparar porque no existía el grupo. No podría compararlo con Dios en los 90. Es otro mundo allá.

Carmen: Creo que hay un poco de eso.

Tom: Hay de las dos cosas. Mucha gente dice “Qué bueno” y otra dice “Qué forros” (risas) Todo se compensa. Yo quiero creer que a la gente le gusta porque le gusta la música. Tampoco me pongo a pensar tanto.

Carmen: Yo creo que hay de las dos. Hay gente gente a la que gusta la música y también hay snobs que se te acercan, te hablan y quieren entablar una relación con vos porque te va bien en Europa, sí, también hay de esos.

Tom: Pero tampoco creo que sea ese el público de Mueran Humanos.

Carmen: Claro, pero no es lo predominante, por suerte, me irrita bastante.

Tom: Te das cuenta al toque de la gente así. Pero no es esa la gente que escucha al grupo. Es una boludez pensar que hay gente que escucha al grupo porque viven en otro país. No puedo juzgar a la gente de esa manera. Me parece muy de ponerse la gorra.

– ¿Cómo fueron dejar todo acá e irse sin mirar atrás?

Tom: Liberador

Carmen: Yo siempre tuve trabajos muy mierda así que no me costó absolutamente nada. En el caso de Tomás ya venía planeando dejar su trabajo hace rato.

Tom: Sí, en realidad fue una decisión espontánea, lo decidí cuando estaba allá. Decidí no volver y simplemente el día que me tenía que volver agarré un teléfono público en la calle, puse una moneda y llamé para decir “no voy a volver” y corté.

Carmen: Vos cuando pasó lo del (Daniel) Hadad ya estabas re caliente, no querías seguir ahí.

Tom: Sí, yo era corrector no es que tenía decisión en nada de los contenidos. Lo que pasó fue que Hadad compró el diario en que yo trabajaba (Buenos Aires Económico -BAE-, eventualmente se transformaría en Infobae) y era muy desagradable todo lo que pasaba.

Carmen: Nosotros éramos amigos en Buenos Aires y me contaba lo que era trabajar ahí, que le hacía mucho ruido.

Tom: Era muy desagradable. De repente había policías ahí trabajando, servicios. Te dabas cuenta que estaban haciendo toda una operación super facha y eso fue lo que hicieron. La verdad que estaba muy asqueado. No quería saber más nada. Era bastante repulsivo ver todo.

TXT – Lucas Canalda
PH – Renzo Leonard

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