JiDo presenta “Desarme var”

JiDo presenta “Desarme var”, nuevo simple que expande su camino en la música electrónica experimental. El lanzamiento fue publicado por el sello uruguayo NEO-PLASTIC.

 

Jimena Domínguez es una música argentina que viene militando el escenario independiente desde hace años. En su camino fue parte de proyectos de diversas sonoridades, siempre con música que se aparta de la norma obvia de la industria. 
Desde hace tiempo está abocada a la música experimental bajo la identidad sonora y estética de JiDo, trabajando de manera autogestiva y llevando adelante iniciativas que aparecen en Argentina, España y Uruguay.  
Su más reciente lanzamiento se llama “Desarme var”, simple que llegó a través del sello uruguayo NEO-PLASTIC.  
Además del reciente simple, en 2020 JiDo participó en el Festival Música Dispersa transmitido desde YouTube para todo el mundo. Allí, como embajadora argentina, compartió la jornada con artistas de Holanda, Escocia, Italia, Alemania y Estados Unidos.  

“Los primeros días de la cuarentena aún sin entender qué iba pasar, traté de explicar esto del encierro. Lo tomé como un juego” comparte al explicar el proceso de desarrollo su lanzamiento.  
Me ayudé con un libro para buscar palabras random y se armó la frase «Todavía en mi cama de espaldas mirando al techo, me veía dominada por una sensación imprecisa, que me estremecía la piel como si tuviera». La semana anterior en terapia hablamos de la idea de lo importante que es cambiar la piel”.  
En lo musical JiDo siempre opta por trabajar con pocos elementos, quizás privilegiando el impulso creativo, sin hacer un laboratorio de la inspiración. “Bajo del sintetizador, kick y redo, y ahí salió todo”, explica la artista.   
Cuando el track estuvo terminado llegó el aporte de Valeria Galliso quién diseñó la foto de cubierta. 
“Desarme var” forma parte del catálogo de NEO-PLASTIC, sello uruguayo especializado en industrial, techno, noise y otras vertientes electrónicas.  
La relación entre JiDo y la label de Montevideo llega como una apuesta conjunta. La relación nace a partir del contacto, a la distancia, entre Domínguez y Valentina Artaud, cabeza del sello y responsable de Monocromática 
“Soy fan de su trabajo y fuimos contactándonos de a poco por Internet”, explica la artista argentina.  
Hace rato quería editar algo y me animé, ya que nunca me habían editado algo antes”, agrega, entusiasmada con la llegada de “Desarme var”.  

En los últimos años la electrónica experimental creció en Rosario, siempre tomando forma en espacios algo recónditos que, sin embargo, ayudaron a cimentar una posibilidad de escena y lograr una visibilidad. Más allá la movida todavía no encontró un lugar de pertenencia donde poder generar un espacio de encuentro propio. En un contexto de cierres y clausuras (sin mencionar la pandemia que está sumiendo a la actividad en vivo en una pausa interminable) la chance un espacio amigable a la tendencia experimental parece lejos.  
Creo que hacen falta más sellos independientes”, observa Domínguez. “También que seamos nosotros, los que sabemos de música, quienes se encarguen de curar, no una persona que solo piense que la música es negocio”, agrega en ese sentido. “Este año empecé a editar así que quien esté queriendo participar es bievenide”, comparte, abriendo el juego a nuevas alianzas constructivas. 
“Estamos en una ciudad chica, no hay guita. Conozco productores que están en sus casas con gran cantidad de sintetizadores ultra caros que no pueden ni saben qué van hacer de sus vidas porque tocar es lo que saben hacer y es lo que eligieron”.  
“Hay mucho en Rosario, habría que ver esa heterogeneidad y hacer algo. La música experimental tiene su complejidad, a veces es incómoda, no amable, requiere de escucha y atención, poco público pero consistente. Antes de la cuarentena me pude reunir con gente gestora de la Secretaria de Cultura para llevarles la idea de poder usar los espacios públicos para los que trabajamos con tecnologías. Luego de la pandemia veremos qué sale”.  
Es algo de nunca acabar pienso que recién empieza y que hay mucho por hacer. Los lugares tarde o temprano se encuentran, entiendo que es un género un poco difícil de encajar”, opina respecto a la posibilidad de imaginar un circuito que abrace a la electrónica experimental.  “Casi todo el mundo que va a recitales por ahí busca divertirse o bailar, cosa que habría que empezar a rever”.  
Sin restringir la experiencia a una micro atmósfera, JiDo, acerca una mirada que logró trabajando de manera independiente y tendiendo redes: “Gracias a poder moverme dentro de los géneros musicales electrónicos he podido tocar en eventos donde pude jugar con beats bailables experimentales.  Quienes hacemos experimental a veces terminamos tocando en museos, me re gusta eso”.  

Domínguez está en movimiento musical desde hace más de doce años. La escena rosarina la encontró en diferentes proyectos siempre con un punto en común: independencia y diversidad. 
Desde los 20 años supo participar en bandas de rock, reggae, pop, hip hop y trip hop. “Siendo de clase 82 es bastante tiempo”, considera, al mirar atrás. 
Entre sus aventuras podemos mencionar La última canción del mundo y Contium: emo/screamo por un lado, avanzada de trip hop, por el otro. Ahora está metida de lleno en la electrónica. 
Hardcore emo, saltar, cantar, me divertía”, comenta volviendo sobre las épocas que compartía escenario con La última canción del mundo. 
“En ese momento no tenía mucha noción de querer ser cantante o música”, admite a más de una década de esas incursiones. 
“Contium, música electrónica, techno había programaciones bajo, guitarra, piano, batería y ableton juntos. Cosa muy poco vista en Rosario en ese momento, 2004, época hermosa de Planeta x y la Casa Enkantada. En donde podíamos tocar siempre”.
“Con La última Canción del mundo teníamos recitales todos los findes y la pasábamos muy bien. Aun no me había introducido en la síntesis sonora, pero deseaba mucho lo que está pasando ahora. Sabía que en algún momento iba a trabajar de manera solista. Mi parte de cantante fue lo que más exploté en ese momento y así aprendí bocha la experiencia al trabajar en grupo”. 
Del camino transitado Dominguez rescata, por sobre todas las cosas, la experiencia adquirida y la educación que llegó haciendo. Las oportunidades llegaron a la par de diferentes proyectos. Todo ese caminó la condujo a un presente que la encuentra cantando, produciendo, gestionando y armando proyectos con artistas de varias latitudes.   
Me gustó mucho aprender de forma profesional cosas como grabar en estudios re pro. En ese momento era Godzila que es el actual estudio del genio Ricardo Vilaseca. Usar micrófonos condenser, el cantar también requiere a la hora de grabar algunos consejos de acercamientos e intensidad para que todo suene bien, a veces me daban directivas, pero era lo necesario para que saliera todo bien”.  

-Luego de años de hacer música en Rosario ¿con que otros artistas te identificas o sentís cercanos? 

Tengo re suerte de estar rodeada de amistades que están en la misma, y que también la siguen: CyberAngel, Mario Caporali, Gonzalo Ruiz, ddu.records, China Roldan, Ricardo Vilaseca, Claudio Cardone, Aislamiento, Pablo Jubany, Sirena del Kaos, Ramiro Domínguez, Rodolfo MarusichUnexcoder, Arlen del Futuro, Carla Colombo. Y debe haber más que me estoy olvidando.

Luego de integrar varias formaciones, Domínguez decidió estudiar producción y allí comenzó a grabar su material, haciéndose cargo de todo. 
La ética ciento por ciento independiente marcó cada uno de sus proyectos. Esa decisión tiene lados negativos y positivos. Desde allí, reflexiona, sabiendo que hay sentimientos encontrados, que la autogestión posee una dualidad que se complementa: “Contra: es que no hay lugar puntual, porque en los lugares que pagan cachet a músicxs, nos piden qué es lo que debe sonar, o si lo organiza un sello, lo más probable es que no entre allí lo experimental. Armar la fecha y estar a full tratando de tocar y también cuidando todo lo demás. A veces es muy cansador eso: hablar con el lugar, ver si hay dinero y sonido, lograr que suene bien, que encaje lo experimental y que nadie se asuste con los sonidos. Luego incluye poder mezclarte con otros rubros artísticos, como lo audiovisual, cine, performance, jams, etc. A favor: grabarte vos, producir, aprender de forma autodidacta, o pagando algún curso de producción, gestionando libre, con tus horarios y forma. La tecnología, los medios, ahora más que nunca, por ejemplo, nos podemos abrir cuentas CBU y tener accesos a plataformas. Viendo como viene esto que nos atraviesa, vamos a ir adquiriendo las herramientas para poder ir haciendo nuestras propias gestiones con la música” 

Lucas Canalda

 

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