El quinteto promete una sesión con novedades y reversiones. El estreno llega este domingo a las 22hs por YouTube.
A continuación entrevista + preview exclusiva.
A medida que avanza la nueva temporada de BRODA las emociones se van multiplicando. Para el próximo episodio, la electricidad de la juventud llega con canciones inéditas y una amalgama de lenguajes que crean expectativa.
Jimmy Club toma el control de las sesiones para una dosis de psicodelia pop que los encuentra en un momento enigmático: en plena producción de un nuevo álbum donde intentan combinar los aciertos de sus pasos recientes a medida que trascienden hacia territorios desconocidos sin descartar formatos poperos. Puede que parezca demasiado, sin embargo, es un crossover tentador que resultó para el Babasónicos de hace 25 años o para Tame Impalama, la década pasada.
Si en 2017 alguien preguntaba qué era Jimmy Club, la respuesta inmediata, probablemente, hubiese sido “una banda de psicodelia con mucho vuelo”. Arriba, flotando entre un tendal de arreglos y criaturas mitológicas de una realidad extraña aunque real, Jimmy Club sostiene una altura que sabe combinar con lecciones de los últimos tres años. Desde la edición de Bestiario, segundo disco que logró un recibimiento saludado tanto por el público como por la prensa, el grupo progresó sin tropezar.
En 2022 el quinteto es algo más que una banda: se trata de un laboratorio de emociones que inventa dominar los múltiples lenguajes del pop desde su núcleo psicodélico. Además, Jimmy Club posibilita otra lectura, una más precisa: la banda se convirtió en una criatura poliforma que en su interior transporta dos productores, varios compositores, arregladores, sesionistas cotizados y partes fundamentales de otros proyectos musicales. ¿Podrá ser Jimmy Club más un satélite de la escena sub23 que una simple banda? El tiempo lo dirá. A favor de esa teoría podemos afirmar -dato, no opinión- que el grupo resultó como punta de lanza ético-estético de una movida, demostrando que podían alzarse de las cuevas underground hacia luces de las avenidas principales a través de una música intensa, texturada por arreglos, con letras enigmáticas, sin perder un ápice de extrañeza o excentricidad.
La banda está integrada por Martín Míguez en guitarra y voz, Lucio Sánchez en teclados, Francisco Álvarez en guitarra, Matías Bolzán en bajo y Gabriel Rosignoli en batería.
Desde hace tiempo considerable que la banda trabaja en el sucesor de Bestiario de 2019. Casi como un ejercicio anacrónico para una época donde reina la prolificidad automática, Jimmy Club estuvo probando, evaluando material, optando por tomarse las cosas con calma.
Entre la prueba y el error, cuando llega el momento de concentrarse, la banda se aplica con disciplina buscando encontrar su mejor versión: “preparar la sesión nos llevó un mes y medio de ensayos. Sabíamos que yo me iba a desligar de la guitarra y teníamos que preparar canciones a una sola guitarra”. Quien toma la palabra es Martín Miguez, palpitando un domingo especial. Siente curiosidad por verse, escucharse, toparse con las reacciones del público.
“Reversionamos «El Día Después» y también añadimos dos canciones que estarán en el disco nuevo”, explica Miguez, también conocido como Panda.
“Me sorprendió el nivel de profesionalismo del equipo de producción”, señala sobre la grabación que tomó lugar en los estudios broderianos. “Sabía que trabajaban muy duro para realizar las sesiones, pero no tenía idea de la infraestructura ni de la cantidad de personas que están involucradas en la realización de cada sesión”.
Finalmente, Miguez observa que “la gente de BRODA trabaja de manera excepcional para difundir el trabajo de artistas locales”. “Estamos muy agradecidos de formar parte de su selección”, concluye.
La banda hace hincapié en que se sintieron cómodos durante la grabación, sin inhibirse por las cámaras. La experiencia en BRODA constituye la primera sesión audiovisual de Jimmy Club en sus siete años de trayectoria. Lo dieron todo, dicen, manijas del estreno.
Luego de Bestiario la banda tocó mucho. En ese sentido, pudieron aprovechar un trayecto importante que, sin saberlo, sería un periodo que la historia catalogaría como “pre pandemia”. Se trató de salir a tocar por donde fuera posible, entrando en contacto con otras audiencias, buscando rebasar el circuito obvio.
La sesión de BRODA llega como un aliciente para quienes estén necesitados de nuevo material de Jimmy Club. Van a poder vislumbrar algo diferente mientras calman sus ansias. Hace tres años que el grupo trabaja en el nuevo material. Sin apuros, la empresa avanza con seguridad. “Sigue la línea de Bestiario”, cuenta Panda.
“Hacer un disco no tendría que ser tan difícil ni extenderse durante tanto tiempo, pero así se dio”, confiesa.
Acerca del proceso que atraviesan, Miguez explica que “estamos buscando acercarnos a la canción pop sin renunciar a nuestras convicciones ni al factor más lúdico de la música”. En ese sentido, el cantante, guitarrista y compositor, detalla que “se trata de un álbum en el que conviven un montón de visiones y personajes que pueden llegar a ser contradictorios entre sí”.
“Creo que la gente va a saber apreciarlo como una lectura de todo lo que vivimos en estos tres últimos años, que fueron atípicos en todo sentido”, cierra, expectante por lo que habrá de venir.
-¿De qué forma estuvieron trabajando el material del período actual?
Las canciones tuvieron varias versiones, muchos idas y vueltas hasta llegar a la versión que quedó grabada. De no ser por nuestro productor, Fermín Sagarduy, que nos acompañó en el proceso desde el minuto cero, no habríamos llegado a la versión final que la gente va a escuchar. Al hacerme cargo de la composición de las canciones, tuve muchas reuniones muy fructíferas con él en las que discutimos acerca de las canciones. Él me tiraba una pauta y yo respondía con más partes, cambios, modulaciones, etc. Estoy particularmente orgulloso de este álbum, aunque la pandemia haya demorado su lanzamiento.
-Si bien son una banda joven tienen mucha admiración de sus pares. ¿Cuál te parece que es el lugar de Jimmy Club en el circuito joven de la música local?
Nuestro lugar en la escena está ligado a nuestra singularidad. Existen pocas bandas en la ciudad con una búsqueda artística similar a la nuestra y eso siempre jugó a nuestro favor. Sin embargo, tenemos que luchar para reinventarnos y prevalecer en una escena plagada de proyectos interesantes que surgen día tras día. No es fácil mantenerse y lograr generar interés en el público después de tantos años. Esperemos que el tercer álbum logre satisfacer las expectativas de nuestra gente y que nos encuentre compartiéndolo con ellos muy pronto.
Por Lucas Canalda & Ph Ferarte
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