AXEL MARK CIERRA LA CUARTA TEMPORADA DE BRODA – EXCLUSIVO RAPTO

Axel Mark se potencia junto a la house band para el último capítulo de la cuarta temporada.
El estreno llega
este domingo a las 22hs por YouTube.

 

Con la emisión del domingo 19 de septiembre BRODA concluye su cuarta temporada, definitivamente la tanda más expansiva y consagratoria.
Como satélite definitivo de la diversidad rosarina para todo el país (y la enormidad de la web) BRODA entendió que no hay nada peor que dormirse en los laureles, por eso, más que regodearse en haber logrado la identidad de una marca que combina vanguardia, precisión, frescura y excelencia técnica, se propusieron seguir caminando hacia adelante. De esa forma, el propósito fue establecer una nueva ruta de información: un intercambio genuino que proponga colaboraciones entre Rosario y otras ciudades argentinas.
Así llegaron Indie Puesta, con una sesión electrizante powered by la house band integrada por Sofía Pasquinelli en guitarra, Martín Valci en bajo, Jair Antonelli en batería y Coti Sheridan en teclados. La maravillosa química entre la artista de Capital Federal y el cuarteto local no se detuvo en la cápsula sino que suficiente energía para seguir proyectando: este sábado se presentan otra vez combinados en una fecha junto a Manú Piró en Plataforma Lavardén.
El cierre de la cuarta temporada vuelve a esa conexión entre ciudades, presentando a Axel Mark secundado por la house band para concretar un paso saludable que si una vez fue auspicioso ahora podemos definitivamente describirlo como fundamental para seguir imaginando vínculos.
Durante el transcurso de la cuarta temporada BRODA cumplió un año. Con el flujo de información que generó sorprende pensar que apenas pasaron 12 meses. Sin embargo, a través de esos 365 de días laburo constante BRODA produjo 25 sesiones (cada una de ellas con una notas + previas exclusivas de RAPTO) con 69 artistas de sonoridades como electrónica, trap, rock, indie, disco, synth wave, rap, pop, soul, funk y algunas propuestas corridas de cualquier etiqueta, tal es el caso de la performance de Amaru + 4N0.
Mientras que las reproducciones del ciclo tienen una base sólida en Argentina, algo esperado, el conteo de países desde donde se disfruta de BRODA sorprende: Uruguay, Chile, España, México, Perú, Estados Unidos, Colombia, Francia, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Brasil, Turquía, Italia, Venezuela y Alemania.
Sumando una carga extra de profesionalidad, dedicación y cuidado, es menester destacar que el primer año de BRODA transcurre en etapa de pandemia, lo que elevó la situación de producción y grabación a otra exigencia.
En el último trimestre la visibilidad de BRODA llegó más allá de los circuitos musicales de Rosario, Mendoza, Córdoba o Capital Federal, trascendiendo a los medios de comunicación, amplificando todavía más su alcance.
Toda esa energía, por supuesto, no pasa desapercibida. Luego de un año de trabajo constante, hay ganas de más. Pero antes, una celebración de cumpleaños: el 7 de diciembre llega el ANFI-BRODA. Para esa ocasión BRODA prepara un line-up con varios de lxs artistas que pasaron por el ciclo y algunas cuantas sorpresas. Sin incurrir en spoilers, apenas podemos anticipar que se prepara una propuesta que combine música en vivo con experiencias audiovisuales y performáticas. Desde la producción se entusiasman pensando en la celebración como un abrazo sensorial para el público. Hasta ahí llegan los anticipos. No falta tanto. Paciencia.

El encargado de cerrar la temporada es Axel Mark, voz datera que le otorga una calidez a la despedida. Axel es vocalista y frontman de Palta and the Mood, banda con origen en la zona norte de Buenos Aires que explora lo moderno del funk, R&B y el soul con nuevos ritmos en el sonido de cada melodía. BRODA constituye su primer paso en solitario.
“BRODA estuvo increíble”, anticipa días antes del estreno. El músico cuenta que está muy agradecido por una experiencia diferente junto a gente que lo recibió y trató como un amigo de toda la vida.
“Es re importante ese tipo de trato en un ambiente artístico cuando uno llega a mostrar sus canciones ante desconocidos”, cuenta.
“Fue hermoso. Llegué y básicamente me trataron como un rey. Llegar y que te den la llave de casa es un gesto que lo dice todo”, explica.
Para su sesión BRODA Axel llega en clave solista, preparando un material tan fresco que, de hecho, encuentra una primera forma gracias al trabajo cercano con la house band rosarina.
El entusiasmo de Axel anticipa un cierre de cuidado. Días antes del estreno desde Buenos Aires explica que la cápsula contiene una fusión legítima entre ambas partes musicales: “preparé dos canciones y «Resistencia»”, de mi banda Palta and The Mood. Mis canciones las fui componiendo para esta sesión BRODA. Otras canciones mías están dispersas entre las bandas que tengo. BRODA me permitió la oportunidad de tocar, grabar y filmar para un material de calidad junto a un equipo de la hostia”.
“La house band la rompió toda desde el primer minuto del proyecto hasta que terminamos de grabar”, comparte Mark. “Incluso después nos quedamos zapando en el patio, toda la noche”, agrega.
El músico se refiere a la precisión y energía constructiva que encontró en su llegada a Rosario. Su visita significó algo más que una grabación: llegó para encontrarse con un equipo de trabajo que lo acompañó en la aventura de la grabación pero que también lo estimuló para seguir indagando en el material fresco. En ese sentido la llegada a Rosario fue un espacio de conexión y sorpresa más que un mero toque.
“Martín Valci, bajista y productor fue el conductor de todo desde el principio”, observa. “Le pasé la canción desde una canción acústica y él básicamente los hizo canción.  Junto a Coti (Sheridan) en el teclado hicieron milagros. De repente, de la nada, tenía canciones propias ya maqueteadas. Me flasheó. Terminé en otro universo”.
“Sofi, en la guitarra, en su mano derecha tiene más groove que no sé qué. Es un groove especial, no se encuentra en otro lado. Me conmovió”, declara el cantante.
“Yair en la batería es un reloj. Yo soy de cantar junto al batero, entonces medio que le rompí las pelotas y coordinamos re bien. Me puso sobre la tierra cuando yo me iba por las ramas. Me supo tranquilizar para poder cerrar las canciones”, concluye.

Hablar de Axel Mark es hablar de un artista que funde experiencias, información e identidad en una voz única. Con delicadeza y sofisticación, el cantante lleva las cosas más allá. Podría ser fácil tildarlo simplemente de crooner, pero quedarse allí sería tapar a un artista que maneja idiomas musicales con destreza.
Para Mark, de 29 años, la apuesta es acercar lenguajes. Primero el inglés y el castellano. Luego la música:  música afro-americana y una mezcla de influencias sutiles (jazz, blues) que lo atraviesan como vocalista y frontman.
Axel nació en Australia y llegó a la Argentina como adolescente. Su carrera musical comenzó en nuestro país, gracias a un entorno musical estimulante. El jazz, el R&B, el funk, el blues, fueron ingredientes claves para afirmarlo en un camino de descubrimiento y aprendizaje.
Formó parte de diferentes grupos como La Sweet Porter, Inclusive Jasper, Palta and The Mood. La aventura en BRODA tiene un aura especial para Mark: es la primera aventura como solista de toda su carrera. La manija por descubrir las canciones se siente en la previa al estreno.
Con una sensibilidad musical que lo caracteriza desde la infancia, Axel mira atrás con ánimos de ternura. Sus primeros recuerdos musicales lo retraen al hogar familiar: su mamá cantándole el arroz con leche, el tema del Payaso Plin Plin.
Se trata de recuerdos musicales donde aparece algo fundamental: el lenguaje. Palabras, música y expresión empiezan a conformarse en un niño que seguiría uniendo todo eso para potenciarlo en algo más.
“Yo soy de la Cole. En la Sinagoga cantaba en el coro. Allí empieza mi primera formación formal, de alguna manera. Todos los viernes o los sábados hacíamos servicio shabat y yo cantaba en el coro. Ahí fui aprendiendo sobre armonía, rítmica, a dominar el canto del grupo”, cuenta sobre un camino que eventualmente lo condujo a un presente como músico profesional que compone, toca, graba, viaja, colabora y más.
Como cantante profesional es usual encontrar a Axel en contextos que van más allá del escenario o Spotify. Su voz resuena en la televisión, radio o YouTube a través de los jingles que graba. De igual manera, quizás en una misma semana, la sorpresa sea encontrar su canto en una sala de cine, justo antes de la película principal, luego de haberlo visto en alguna fecha de Palta and The Mood.
Ante todo es un trabajador que disfruta haciendo. Su versatilidad también posibilita un crecimiento que lo conecta con sus colegas. Por eso también puede generar vínculos estrechos como sucedió en Rosario con Valci y sus coequipers.
“En mi música intento poner el foco en el groove y en la rítmica. Es lo que más me gusta. Lo que me mueve el cuerpo y me mueve la voz me puede, la paso muy bien ahí. Cuando uno decide consagrarse a algo es porque lo siente. Mi música suena ahí, por eso me entrego”, afirma.
“Para llegar a eso hay que manejar una data considerable, pero no es algo tan complejo como se puede imaginar. Creo que lo fundamental es manejar mucha música: escucharla, apreciarla, conocerla, exponerte a todo lo que te gusta, entender lo que querés escuchar en tu propia música”, explica desde Buenos Aires.
“Escuchar música también es disfrutar y aprender diferentes referencias. La mejor escuela es el escenario. Después el oído. ¿A dónde te lleva tu oído? ¿Dónde quiere tu deseo o pulso rítmico”

Palta and The Mood comenzó sus primeros pasos en 2014. La banda explora lo moderno del funk, R&B y el soul con nuevos ritmos en el sonido de cada melodía.
“Es importantísimo el trabajo con un equipo”, cuenta Axel. “Siempre se trabaja a la par para producir todas las aristas de un proyecto. En cualquier aspecto artístico es fundamental el trabajo conjunto. Pienso que BRODA es un ejemplo de eso: un equipo inmenso y hermoso. Se conocen y trabajan muy bien juntos”.
En Palta and The Mood 2017 lanza su primer álbum, Guacamole, se trata de un trabajo ecléctico, donde conviven el soul, el funk, el jazz, el blues y hasta el candombe.
El año pasado publicaron Resistencia, segundo disco que llegó con la producción de Matías Mendez y fue grabado en varios estudios de Buenos Aires. La banda trabajó a la par de Mendez en la producción afinando la identidad sonora, concentrando los elementos para buscar algo que logre un impacto.
Luego del parate pandémico, la banda volvió a la acción anunciando fechas que agotaron entradas inmediatamente demostrando un feedback positivo de su público fiel.
“Volvimos al ruedo y por suerte la respuesta es muy buena. Se siente hermoso volver”, comenta.
“Tocar en vivo te brinda algo sentimental muy fuerte: es físico y emocional; el escenario tiene una mística que no puedo explicar todavía con precisión”, comparte luego del reencuentro con su público.

Mientras que el cartelito de SOLD OUT aparece en el regreso a los escenarios, Mark se entrega a la experiencia de los conciertos en clave de disfrute. Con altas energías arriba del escenario, bien acompañado por una hermandad grupal, también se permite mirar más allá del fervor de la audiencia. Sabe que las experiencias más intimistas y cercanas generan otro tipo de sintonía.
Conectar con la música, sus colegas y el público en un nivel de intimidad permite un disfrute audiófilo diferente, además. Allí el goce se vuelve sensorial, apreciando cada ínfimo detalle del músico junto a su instrumento.
Los conciertos de escala menor permiten eso. BRODA, a su manera, también lo conecta con esas sensaciones.
“Esa cercanía me encanta. Siento que es parte de lo que te hace un artista. Las personas son parte de lo que hacés. Si bien uno hace música para sí mismo, lo fundamental es conectar con el otro. Poder generar algo superior en la otra persona”.

Por Lucas Canalda & Ph Ferarte

 

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