Quiz Raptiliano #21: Manu Del Mar

Quiz >  Cuestionario raptiliano para indagar en figuras de la cultura desde una óptica diferente.
Diez preguntas universales sobre el tiempo que habitamos + un puñado de interrogantes extras sobre su campo de acción.
Ilustraciones > Sebastián Sala

 

Manu Del Mar es diseñador e ilustrador. Además de incursionar en el mundo del fanzine publicó el libro Primeras imágenes de mi propio cielo en 2016.


¿Cuál es tu humor por las mañanas?

Por suerte bueno. “Medias mañanas” diría yo porque me gusta la noche y generalmente arranco los días a las 10. Café y le pongo la mejor.

¿Quién es tu héroe/heroína? ¿Por qué?

El concepto de héroe o heroína no me atrae, pero es verdad que hay personas que son como faros, y me traen luz cuando necesito. Mi abuela Olga, por ejemplo.

¿Qué experiencia fue fundamental para que decidieras terminantemente dedicarte a la ilustración?

De chico me gustaba recrear las tapas de los discos que me grababa, hacia mis versiones dibujadas o collages, o me escribía cartas con amigxs y cuando no podía contar algo porque era muy abstracto lo hacia dibujando, pero recién cuando me fui a vivir solo tomé conciencia de que era una herramienta que podía transformar. Cuando me vine a vivir a rosario, las primeras semanas no tenia trabajo y me quedaba de noche dibujando, ahí fue el verdadero clic y entendí que era una herramienta más con la que me podía comunicar.

¿Cómo fue la peor cita de tu vida?

No hubo una mala en particular, siempre aprendí algo.

¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Aprendiste algo valioso?

El primero fue como cobrador de un servicio de emergencias médicas, iba a las mismas casas cada mes a cobrar la cuota del servicio, primero en bicicleta, después me regalaron una moto. Era chico y tenía mi dinero al mismo tiempo que estudiaba. Aprendí a andar en la calle con mucho dinero (que no era mío) encima y que hay mucha gente, generalmente ancianxs, que están solxs en su casas y que tal vez la primera vez que hablaban con alguien en el día era cuando yo tocaba el timbre de su casa para cobrar la cuota, muchos viejitxs, personas muy solas que me esperaban con una sonrisa y me ofrecían un mate, o una charla breve.

¿Qué te preocupa acerca del futuro inmediato?

Bueno, por ejemplo, no tengo un solo trabajo, tengo varios y mutan con el tiempo, cada año pasa algo que me obliga a cambiar el rumbo, repensar, adaptarme. Evito preocuparme, pero con tanto estimulo del exterior entiendo que a veces es difícil. Me preocupa vivir absorbido por trabajar, es la lucha de todxs imagino. También me preocupan los mandatos, y la relación con la apariencia sobreestimulada por las redes sociales, las comparaciones y observar demasiado la vida de lxs demas, me preocupa que eso nos aleje de la idea de conectarnos con nuestro interior y nuestros verdaderos deseos.

¿En alguna ocasión te sentiste abrumadx por las redes sociales? ¿Por qué?

Intento siempre usarlas conscientemente, nunca me pintó eso de cerrarlas por un tiempo o avisar que me voy de una red, simplemente cuando veo que me quita tiempo valioso me alejo un poco.

¿Qué tipo de placer culposo disfrutás a escondidas?

A escondidas no, ¡pero las harinas son la droga mas potente que hay! ¡También podría ser el queso!

¿Cuán importante es el ocio en tu vida cotidiana? ¿Es imprescindible?

Es muy importante! para compensar la megasuperproductividad a la que estamos sometidos hoy en día, esta idea de producir producir producir me cansa de solo pensarlo. Siempre que puedo “hacer nada” lo hago.

¿En algún momento sentiste paranoia sobre los algoritmos?

Un poco sí, pero intento escaparle. Me sorprende y me parece terrible que, por ejemplo, los teléfonos nos escuchen! Y en base a eso nos devuelvan noticias o música que el algoritmo cree que nos puede gustar. Mi algoritmo preferido sigue siendo las recomendaciones de amigxs.

Gran parte de tu sensibilidad, proceder y perspectiva sobre el mundo viene por tu formación desde la ética DIY y más precisamente, del punk.
¿Qué fue precisamente lo que te cautivó del movimiento y su cultura para que fuera parte tan importante de tu vida?

Como le pasó a muchísimas personas, cuando descubrí el punk me hizo pensar, replantear muchas cosas de mi vida y mi entorno, desde mis prioridades individuales hasta mi modo de alimentación, eso me partió la cabeza, la música parecía un gran condimento que venía junto con algunas ideas muy poderosas, todo eso me ayudó a salir de cierto conformismo y empezar a hacer las cosas sin esperarlas. Esta idea me acompaña hasta el día de hoy y modificó mi realidad al 100%. Vengo de una ciudad en la que las opciones que había para lxs jóvenes no me atraían ni me identificaban, me parecían superfluas, y el punk calzó perfecto y fue la herramienta que me sirvió para expresarme y generar situaciones que a su vez posibilitaban otras y eran nuevas para la ciudad.

Tu libro Primeras imágenes de mi propio cielo potencia el dibujo con la palabra en una combinación dinámica y espontánea.
¿Cómo se fue complementando cada dibujo con las palabras justas (o viceversa)?

Durante mucho tiempo dibujé y escribí en el soporte que tenía más a mano, libretas, papeles, cuadernos, o en el celular, de manera espontánea y otras con un poquito de premeditación y cuando surgió la idea de hacer el libro puse todo eso sobre la mesa y lo fui conectando, se dio de manera natural y termino dándole el sentido que buscaba

Publicando tu libro; participando en ferias editoriales; movidas de poesía; seguir colaborando con discos, libros y fanzines: ¿qué es lo que todavía nos hace seguir buscando estos bienes culturales? ¿Romanticismo? ¿Fetichismo? 

Creo que la idea de juntarnos con otrxs es fundamental, no podemos aislarnos, tenemos que construir el mundo que queremos vivir, aunque suene utópico y estos espacios nos permiten eso, encontrarnos cara a cara para seguir compartiendo lo que hacemos y seguir pensándonos hacia adelante. La cultura es un testimonio, directo o indirecto que refleja lo que se vive en determinado momento, te permite conocer lo que sucedió en un pasado, y también ir a otros mundos y soñar. Ya no soy tan fetichista, mi relación con los objetos hoy es más práctica, tal vez porque se dieron unos años de un estilo de vida más nómade.

Volviendo a Primeras imágenes de mi propio cielo: siento que el libro tiene una poesía honesta que se embebe mucho de lo espontáneo, tiene una sinceridad del momento que la hace genuina con el pulso de lo afectivo, dejando de lado lo más cerebral.
¿Cómo definirías -o cómo pensás- tus escritos? ¿Qué tipo de relecturas fuiste haciendo de esas páginas con el paso del tiempo?

No quisiera definir, pero me gusta pensar que son como pequeñísimas ráfagas de sentido que se filtran en la cotidianidad y que cuando vienen hay que estar listx para atraparlas y plasmarlas de alguna manera, sino estás atentx siguen de largo y se pierden. Sin ese juego, para mí la vida seria solo trabajar y pagar cuentas. Esto es lo que lo hace divertido y me permite construir sentido. También me gusta pensar que estas expresiones son parte indisoluble de la humanidad toda, porque somos unicxs e irrepetibles… pero no somos nada sin lxs otrxs, si hay une otrx, puedo transmitir algo, puedo recibir algo. Ese intercambio y esta idea de hermandad, colectividad me da paz y me moviliza.
El libro es especial porque es un pedacito de mi vida que atesoro y relaciono con momentos lugares y personas, ahora cuando lo miro me parece como un sueño que ya pasó, y me da alegría haber dejado testimonio. Mientras tanto se me acumulan otros papeles y pensamientos que quizás un día se transformen en otra cosa.

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