SUCIA Y SECA: “BUSCO CONSTRUIR FANTASÍA Y NUEVOS DISFRACES”

Julia Barreña, voz y teclados en Isla Mujeres, estrena faceta solista bajo el nombre de Sucia y Seca y su EP Derrama.

La artista platense Julia Barreña, integrante de proyectos como Isla Mujeres, Señoras bien y Piscis Vicius suma un nuevo capítulo a su diversidad musical estrenando una faceta cuasi solista bajo el nombre de Sucia y Seca.
Integrado por cinco canciones, Derrama es el EP debut de  una iniciativa que la encuentra transitando sonidos de sintetizadores, baterías y guitarras que parten desde un protagonismo de la palabra. Con sensibilidad, ironía y sencillez, este primer esfuerzo de Sucia y Seca hace foco sobre la transformación constante que atraviesa a lxs individuos aún cuando los vínculos generacionales funcionan como anclas que sostienen. La sonoridad se desenvuelve con naturalidad, apartándose sin culpas de la estructura pop que las cobija. En ese sentido, Sucia y Seca es quizás la criatura donde Barreña se muestra más a la intemperie: espontánea, fresca con mucho para expresar y sin ganas de desperdiciar el tiempo, hay que cantarlo (y bailarlo) ahora.

Julia Barreña nació y vive en la ciudad de La Plata, centro de operaciones para sus inquietudes artísticas y pista de despegue para sus varias iniciativas. La música, la producción audiovisual y la poesía son parte de tu universo inmediato. El cambio constante, como una alteración de urgencia cotidiana, nos muestra a una Julia inquieta, que evita el tedio de la repetición casi como una obsesión. Sucia y seca es el seudónimo elegido por Barreña para nombrar a su flamante proyecto solista de cosecha pandémica: “me surgió espontáneamente sin pensarlo demasiado, tal vez fue una forma de esconderme en alguna máscara que me como decía, me da gusto y no tenga que dar demasiadas explicaciones ni buena presencia. Tal vez un modo de habitar mi identidad desde los bordes, lo que no debe verse, lo que ocultamos, la piel, nuestra piel desnuda, nuestros recovecos, nuestras caras más desarregladas (sucias). Un poco porque también me da gracia el nombre que a primeras, incomoda un poco“.
Derrama fue realizado en tiempos de pandemia, cuarentena y distanciamiento social,  trabajando sobre canciones que Barreña ya tenía maqueteadas. Según el comunicado de prensa que acompaña al lanzamiento: “Al ser el primer disco tiene mucho de experimental y lo trabajé de manera intuitiva, pero hay una idea general sobre el cuerpo, las pieles que cambiamos como serpientes, los espejos y mi relación con lxs otrxs“.
Para Derrama Barreña se asoció artísticamente con Nicolás Carlino (bajista de Un Planeta y sonidista de Isla Mujeres) en la producción musical, mezcla y masterización. Por último, Max Jeringa y Pancho Barreña también participaron en producción del EP.

“Este disco se empezó a gestar, podría decirse, con una serie de poemas que tenía escritos que luego derivaron en un libro que publiqué durante la pandemia de manera virtual, con la editorial Todas las fiestas que pertenece a Buki Cardelino, amiga y compañera en Señoras Bien”, detalla Julia a RAPTO a pocos días del lanzamiento de Derrama. “A partir de estas letras/poemas tomé algunas frases y las volqué en melodías sobre bases de bata que armaba en la computadora y armonías con mi sintetizador”, agrega desde la ciudad de las diagonales.
Finalmente, destaca un detalle no menor: “Algunas canciones las armé después de haber publicado posteos en Instagram que me parecía que merecían un sitio mejor”, demostrando cómo las redes sociales se han vuelto una extensión de nuestros días, también haciendo las veces de anotador para  quienes habiten el lenguaje de la poesía.
Indagando sobre el proceso de grabación y producción de Derrama, Barreña apunta que todas las canciones tuvieron un proceso de realización técnico diferente. Algunas pistas las produjo en conjunto a otras personas, otras más en solitario, permitiéndose libertad sin atarse a un dogma de producción. “Mi hermano Francisco, por ejemplo, grabó unas guitarras y me ayudó a pensar los sintetizadores del tema “Virginia” o “Maleta de loca”, que la grabé en la casa de un amigo y él me ayudó un poco a acomodar la estructura”. cuenta Julia. Por su parte Nico Carlino, grabó bajos y sintes en “Para desvestirnos”, además de mezclar y masterizar todo el EP.

-¿Cuál fue la dinámica de trabajo con Nico Carlino?

Nico Carlino fue muy receptivo y creo que yo también llegado el momento de recibir opiniones sobre el disco y las canciones. Yo soy bastante quisquillosa a la hora de que opinen sobre mis cosas según cómo me lo digan. Así que funcionó muy bien el ida y vuelta. Nos mostrábamos referencias sonoras y estéticas. Fue fácil y fluida la comunicación.

Darle play a Derrama no depara ningún momento predecible. Tan breve como repleto de curvas engañosas, por sus 14 minutos de duración las canciones se mantienen dentro del formato pop, pero sobre arreglos vertiginosos la dirección vira decididamente a un terreno experimental.  El logro de Derrama es lograr una fluidez orgánica: las canciones fluyen solas, arrastrando a Barreña quien sabe seguir ese instinto musical sin adulterar nada.
“En general no pienso demasiado antes de hacer canciones o arte en general. Voy derramando contenido emocional/mental en eso y juego bastante con lo que pasa en el momento” cuenta Julia sobre el proceso de desarrollo de los temas.
“Lo que casi siempre hago es partir de las letras ya escritas de antemano” detalla la música platense. “Sobre eso juego con la voz para armar melodías sobre una base de bata y una armonía que por lo general hago con la compu” agrega. “Digamos que me dejo llevar un poco por el impulso de sacarme de encima una emoción y de paso que otres la atrapen y se la adueñen. Como si liberara algo atrapado”.
Acerca de las canciones que se fueron revelando (y manifestando) solas, la polifacética Barreña admite que sí tenía una idea inicial sobre lo que iba a venir. Entre los planeamientos generales del principio, el desarrollo de producción y el resultado final, una magia ocurrió que llevó el EP a otro estadio de liberación y sorpresa.
“De antemano sabía qué dirección estética o conceptual iba a haber en el EP en general, en cuanto al sentido de las letras que escribo o el carácter que le doy a la voz que tienen una forma algo cruda, precisamente del momento, sin mucha premeditación y algo quejosas, gritonas, burlonas”, explica.

-La  transformación de las personas es un tópico recurrente en el EP. ¿Eso salió de manera consciente o fue algo que descubriste a posteriori?

Creo que no me había dado cuenta de esto porque como decía no pienso demasiado a la hora de escribir. Escribo y compongo bastante intuitiva y fugazmente entonces, a veces, en los sentidos de las canciones me cae la ficha después, en momentos random. Como cuando mirás una peli dos veces y descubrís cosas.  Aunque lo que sí tenía en claro era que quería hablarle a mis amigas y usar las canciones como excusa. “Virginia” está dedicada a una amiga muy querida con quien compartí muchas cosas que a veces nos sucedían al mismo tiempo, tal vez por compartir una generación, un género, un contexto político y pelearlo juntas.

 

En la actualidad Barreña es parte de cuatro proyectos musicales: Sucia y Seca, Piscis Vicius, Señoras Bien e Isla Mujeres, que sigue cosechando aplausos por su disco Secreto.
Con la aparición de los simples y EP de Sucia y Seca sobre el último tirón del pasado año pandémico, Julia sumó otro canal de expresión, eligiendo no utilizar su propio nombre. Sin embargo, su identidad artística aparece con su impronta característica, más allá de la formalidad de una firma.
Detrás de la decisión de no utilizar su nombre parece afirmarse la idea de una construcción de fantasía, de una identidad que no quiere demasiadas ataduras, eligiendo cierta soltura para activar y divagar por donde su curiosidad y capricho le demanden.
“Creo que usar mi nombre y apellido es algo bastante formal que, al menos a mí, no me identifica a la hora de crear” , señala. “Busco personajes, fantasía como decís, construir nuevos disfraces y jugar. Sucia y seca fue un poco un chiste por mi carácter irritable, ortiva que tengo por momentos, me pareció una buena forma de apropiármelo y reivindicarlo en las canciones”.

-Siendo parte de tantos proyectos musicales diferentes, ¿cómo van saliendo los temas para cada grupo? ¿Vas repartiendo según la onda de lo que surge o componés puntualmente para cada proyecto?

Yo compongo y después veo. Soy de mostrar todo lo que hago. Primero se lo muestro a mis vínculos más cercanos que a veces quizás no son músicos pero me interesa saber su apreciación. Después lo llevo a la banda que me parezca más afín a al estética. Aunque a veces se lo muestro a todas las bandas como estuve haciendo últimamente y la que agarra, agarra. Quizás trabajar en equipo a veces requiere de procesos más largos de consensuar, etcétera. Entonces, cuando me da ansiedad por largar algo, tal vez derive en un disco solista. Ahora, de todas maneras, a veces comparto un tema con todas las bandas, ya que pienso que la música a fin de cuentas después no le pertenece a nadie, o más bien a todes, o a quien quiera.

 

Derrama llegó en los últimos días de 2020 vía YouTube y Spotify y desde entonces fue sumando reproducciones a partir de ser compartido por el núcleo de su estrecho grupo de seguidorxs.
En un comienzo de año extraño y una temporada de verano donde reina la incertidumbre sobre la segunda ola de COVID-19 en la Argentina, por ahora Barreña se concentra en las fechas confirmadas de Isla Mujeres, todavía sin una probabilidad concreta de presentar oficialmente Derrama. Más allá de la formalidad de ese “oficialmente”, en las últimas horas arrojó pistas de lo que quizás sea una presentación off the grid del EP.
Mientras tanto, con un panorama raro para la música en vivo de casi todo el país, la música comenta sobre la actualidad del circuito platense luego del complicado 2020 y lo que podría llegar en un 2021 recién comenzado: “En La Plata llueve o truene siempre está pasando algo. Es una ciudad universitaria llena de jóvenes que siempre se han reunido a armar cosas. Tal vez ahora de manera virtual, de a pocas personas. Pero siempre hay movida. Es como una red de semillas inquietas. Claramente se detuvo el mundo y eso nos afectó a todes de maneras distintas. Recién ahora se empezó a abrir un poco los escenarios y barcitos con la posibilidad de que la gente esté al aire libre o de a pocas personas. Tal vez, lleve un tiempo más en este mismo estadío, con menos fechas presenciales hasta que todo el mundo esté vacunado. Mientras tanto hay que buscar formas en conjunto incluyendo políticas públicas, para poder sobrellevar la emergencia laboral que estamos atravesando les artistas”.

Por Lucas Canalda
Fotografía de Maria Virginia López

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