SOBRE LAPSUS DE LALALAS

Lalalas publicó Lapsus una escapada libertaria de diez minutos que parece ser una respuesta a los tiempos claustrofóbicos.

La dupla integrada por Florencia Vera y Catalina Lacelli publicó Lapsus, diez minutos de música libre de formatos que se siente como una respuesta a un contexto de encierro y distancias debido a la pandemia de Covid-19. 

Desde sus primeras apariciones en 2018 la propuesta musical de Lalalas es un proceso compartido con el público presente en sus recitales. Texturas, guitarras, sintetizadores y beats irregulares, Lalalas hace canciones que se corren de los patrones típicos sin pedir permiso a nadie.  Flor (guitarra y sinte) y Cata (guitarra y sinte) van de sus guitarras a sus maquinitas (así se refieren a su hardware) proponiendo un viaje diferente cada fecha (no importa en cuál normalidad leas esto). 
Cercanas a lo experiencial y casi rozando lo performático, encuentran su mejor forma en el fluir de la fusión. Lapsus llega en la mitad de un año extraño que semana tras semana toma más color de imprevisible para recordarnos que la posibilidad de viajar existe más allá de los confinamientos físicos. No debería sorprender a nadie que una forma libre como Lapsus aparezca en un contexto de cuarentena, distanciamiento social y fases que van y vienen. Ante la rigidez protocolar y obediencia sanitaria estos diez minutos se sienten como una sublimación no-wave por fuera de una norma que ahora combina profilaxis, inmediatez, la vibra obligada de mantenerse productivo (y positivo) y la demanda de un mercado que busca un consumo pasivo y manso.  

Temprano en la tarde de un sábado del Veranito de San Juan, antes de meterse en una (no develan qué andan tramando) Flor y Cata pasean a RAPTO por los detalles de Lapsus. Por supuesto la historia del nuevo lanzamiento parte por el gran tópico mundial del 2020: la pandemia. 
Las amigas y socias musicales están habituadas a pasar horas y horas en compañía, compartiendo momentos completamente inmersos en la creatividad, así como también en simplemente janguear y disfrutar de la sencilla ocupación de no hacer nada de nada. 
En plena cuarentena furiosa nos extrañábamos y nos juntamos a tocar”, comparten algunos meses después de ese reencuentro. “Estuvimos improvisando una hora de reloj mientras que al mismo tiempo íbamos grabando esa impro”. 
La dupla retomó esa zapada libre un tiempo después, decidiendo tomar las partes más atractivas y estructurar algo –por entonces- todavía sin nombre. “Lo que fue una hora pasaron a ser 10 minutos unidos sin coherencia narrativa”, detallan días después de la llegada de Lapsus. 

Lapsus, en su completa liberación de formatos (¿Canción? ¿Zapada? ¿Impro experimental?) sienta excelente al espíritu de Lalalas, reflejando el viaje irrepetible y único que caracteriza cada uno de sus recitales en vivo. Despegando hacia lo que el momento propone, Lalalas deja lo estructural para darse a la potenciación.
“El no estar atadas, encasilladas, sin definiciones, no es algo buscado”, señala Lalalas. El libre fluir llegó de manera espontánea, sencillamente siendo ellas mismas. “Buscar eso sería estructurar todo. Simplemente se dio siempre así por diferentes motivos, el querer fusionarnos, el no exigirnos ser músicas virtuosas para poder expresar”.
En ese sentido, profundizan: “El desconocimiento mismo nos ubica en un lugar descontracturado y hace que terminemos disfrutando siempre. Amamos tocar en vivo, pero ahora no estamos pendientes de que suceda, quizás eso nos aportó también un poco de informalidad en el modo de expresarnos a través de sonidos”. 

Lapsus nos encuentra con Lalalas en flujo. Flor y Cata están en la zona, dejando en claro que no llegan a ese estadio simplemente a través de un clicLalalas busca, juega y construye.
Parte del tesón expresivo de Lalalas se demuestra en vivo, pero todo va más allá de los recitales: la dupla supo conservar su impronta, actitud y búsqueda sónica en todo momento, sin menguar ante contextos de festivales, público ajeno o ciudades nuevas. Lalalas hace suya cada oportunidad, transformando la ocasión en un viaje atrapante.
Para tener una idea clara no queda más que repasar el concierto del dúo en el ciclo La seguimos en vivo, en la (vacía) sala principal de Plataforma Lavardén: ante la oportunidad de mostrarse en las ventanas virtuales del Ministerio de Cultura, Vera y Lacelli no dudaron un segundo en ser ellas mismas, sin rebajar su pócima fluctuante y evolutiva. ¿Mostrar una faceta más accesible para llegar a un público nuevo? No, gracias, estamos cómodas siendo nosotras mismas. 

Lalalas tuvo un 2019 activo y floreciente, trazando vínculos más allá de Rosario, logrando escapar a lo predecible de un circuito golpeado por la desidia municipal y el largo invierno macrista.
En ese contexto desalentador la dupla Vera/Lacelli tendió puentes con otras ciudades y artistas permitiendo que su música viaje y empiece a rotar en la rocola sin límites jurisdiccionales que es la Internet. 
Además de festivales y las fechas locales con bandas de sonidos variopintos (dream pop, punk, experimental, indie pop, shoegazeeletropopLalalas activó fuerte el GPS de las rutas argentinas: Santa Fe, Reconquista (su ciudad natal) y La Plata fueron parte del tour. Diversificando pudieron compartir escenarios con bandas como Mi Nave, Las Ligas Menores, Alto Guiso, Ibiza Pareo y Matilda.
Luego de un año agitado 2020 llegó para imponer su halo de perplejidad, obligando a suspender y cancelar planes, modificando la hoja de ruta preparada con dedicación. 
“Tuvimos que cancelar TODO, teníamos un año tremendo”, comparten con confianza. “Hasta NO publicamos el disco que iba a salir en abril, por eso salió Lapsus y por eso le pusimos ese nombre también. Ese disco que teníamos casi preparado en abril resultó que ya no nos representaba, lo sentíamos como del pasado y tuvimos la necesidad de ubicar qué estábamos sintiendo en este presente tan absurdo y lleno de incertidumbre”.
Lalalas confirma que un disco nuevo va a llegar más adelante. Por ahora prefieren bajar la velocidad, procurando enfocarse en otros aspectos. Desde allí, reflexionan: son tiempos para mirar para adentro, crecer un poco más en lo personal para luego poder laburar y compartir colectivamente. Son momentos sensibles y duros, económico, social y políticamente hablando. Como a todes nos afectó mucho la pandemia. Son momentos de transformación, también”.
Mientras el año sigue su transcurso atípico la próxima novedad del dúo llegará desde Europa con la compilación Hits with Tits que incluye a artistas de Canada, Puerto Rico, España y por supuesto, Argentina.
La lista del séptimo volumen  está compuesta por Canino, Fresa Kill, Gally, La Claridad, La Femme Brutal, Lalalas, Lisasinson, Lomo Nieves, Luces Negras, Penny Necklace, Perdón, Pinpilinpussies, Sweet Poo Smell y Uniforms.

Durante el periodo 2019-2020, además, Lalalas se entregó de lleno al fatto in casa, ocupándose ciento por ciento de los asuntos de producción musical y gestión.  
Al volante de sus destinos Cata y Flor se enfocaron en todo: ejecución, grabación, producción, masterización, mezcla, distribución, booking y gestión. 
Junto a la libertad de la independencia llega, por supuesto, un puñado de compromisos que hacen recordar las palabras del tío de Peter Parker: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.  
“Como experiencia es lo más. Podemos hacer las cosas como nos gustan y queremos” apuntan sobre la autosuficiencia que ganaron en los últimos veinte meses. Más allá de eso, de nuestra autogestión y autonomía, siempre buscamos la opinión de tercerxs, también trabajamos con otras personas que nos dicen lo que piensan y que en definitiva es lo que buscamos. Ser dos en las decisiones no es fácil, todo es mano a mano y no hay desempate”. 

 

Lucas CanaldaGiulia Ant

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