BABASÓNICOS: VER PARA CREER

Babasónicos presentó Impuesto de Fe y Adrián Dárgelos conversó sobre 25 años de actividad musical y su eterna naturaleza evolutiva

El centenario teatro El Círculo luce colmado de gente en la presentación rosarina de Desde Adentro – Impuesto de Fe, el nuevo trabajo de Babásonicos en el marco de sus veinticinco años de vida musical y algo más. Siempre ecléctica, la fanatica ocupa butacas o se mantiene de pie, con ansiedad, como si parados estos fans pudieran adelantar el pulso de las agujas. Los cinco niveles la sala La Opera evidencian rostros de intriga. Otra faceta está a punto de ser descubierta, hay curiosidad y ganas de experimentar, de probar en carne propia. Desde el preciso instante en que Mariano Roger y su guitarra comienzan el concierto todo es una intimidad inherente a releer las circunstancias de una familiaridad desconocida. Estas canciones hoy se quiebran y urgen de manera diferente. Cada integrante aporta algo más que sus respectivos instrumentos, coros, detalles, complicidad. El corazón gestaltico de Babasónicos vuelve a latir en plena forma. Hay una polirritmia perteneciente a épocas de ejercicios barrocos como Dopádromo (1996) y Babasónica (1997): Bossa nova, dub, norteño; Jorge Leone, Goblin, Morricone. Es notable la cercanía del sexteto sobre el escenario, se acercan para reir, secretear, compartir micrófono, abrazarse. Diego Tuñón enigmático y versátil, toma tintes de clásico. Diego Panza Castellano y Gustavo Tuta Torres, compinches rítmicos, cruzan miradas y guiñan sus ojos, inexpugnables y sueltos. Carca viste el traje del amor e induce generosas dosis de lisergia vía theremin durante todo el show. Diego Uma Rodriguez se destaca al convertirse en la cohesión orgánica del repertorio mediante guitarra, xilofón, saxo, flauta traversa, variados elementos de percusión y un desempeño vocal delicado en gemas del disco de Miami (1999).
La edición de Desde Adentro-Impuesto de Fe con su CD+ DVD y el especial televisivo de la cadena HBO tiene una gira de cuarenta conciertos por latinoamérica, con una mayoría de sold-outs que confirman el apoyo del público ante la nueva ventura y capricho del grupo.“Aunque es un capricho lleva mucho trabajo y es bueno que sea vea reconocido el valor que lleva entre la obra y el trabajo. No nos fue fácil hacerlo. Estuvimos casi diez meses de ensayo hasta grabarlo” comenta el cantante y principal compositor del grupo, Adrián Dárgelos, mientras que detalla, “si leés los créditos del DVD aparecen cuatrocientas personas que ni conozco. Lejos por fuera de nuestro aspecto habitual, hacer un show de televisión, algo más audiovisual pero que no es un videoclip, acá grabamos música y grabamos imagen, por eso nos costó también más tiempo. También contentos de tener un año distinto de lo que va de este junio al junio del año que viene, esto es una ventana en la que solo nos presentamos en teatros y no estaremos tocando en los grandes festivales, casi seguro”.

– Tantas personas desconocidas y diferentes no me sorprende, Babasónicos siempre fue una plataforma para sumar gente de otros ámbitos.

Quizás, a veces, la épica de una banda es salir en busca de su público y al público uno lo inventa, básicamente, mientras va haciendo canciones, lo va llamando como El Flautista de Hamelín uno va llamando a su público.

– ¿Y como flautista adónde nos estás llevando?

Mirá, si por lo menos los dirijo hasta el pie de la montaña te estoy llevando al mismo lugar donde nos llevó Mahoma (risas).

– “El Maestro” de Impuesto de Fe versa sobre eso, pagar para que nos abran los ojos. ¿Tenemos que pagar que nos lleven hacia ciertos lugares o tenemos que encontrarnos a mitad de camino para ir juntos?

Hay muchos que eligen pagar, hay otros que eligen el camino con El Maestro. Hay otros que eligen el camino junto al Maestro, pagando. Otros que eligen la religión. En casi todas las cosas te van a cobrar. Inclusive el rock que te abre los ojos te cobra la entrada. Es imposible en el mundo en que vivimos no pagar por algo que nos guste. Como dice “Los burócratas del amor”, el amor, el aire, es lo que queda gratis, no hay mucho más que sea gratis.

– Hasta para la inmensidad que permite la red, porque hay pagar la conexión

Y la electricidad. Tenés que pagar las dos cosas.

– Encima es un año jodido para la electricidad.

Por eso, es falsa la premisa de que bajás cosas gratis, porque se la gastás a otro que la está pagando o la estás pagando vos. No hay internet gratis, no hay electricidad gratis. Esa premisa es falsa.

Adentro

El Círculo está repleto y atento al nuevo repertorio del grupo, Impuesto de fe, la aproximación babasónica al formato Desde Adentro, propuesto por Sony Music. Apareciendo paulatinamente sobre el escenario, de a uno los integrantes van metiéndose en la música. Hay una reinvención de las canciones, una relectura de las palabras y sobre su interpretación. El grupo toma al silencio como herramienta y lo pone a trabajar como amplificador de gestos, guiños y de una intimidad que convida todos los presentes, arriba y abajo del escenario. Dárgelos oficia toda la noche de anfitrión-conexión y su lenguaje muta para cada canción-ocasión. Luce una armadura devenida en poncho; es un cacique del páramo distópico de George Miller. El pequeño hombre se mueve sigiloso, recibiendo adoración y regurgitando picaresca subversiva. Casi no habla pero conecta con todo el teatro, sabe que la totalidad de las miradas recaen sobre sus pasos y son cautivas de ansiedad cuando se escurre del escenario y aparece entre el público, siempre en espacios inesperados.
– El público es parte tangible del escenario. Tuviste que transformarte en una pantera para moverte entre la audiencia y, con dinamismo, sumarla a la puesta. El resultado puede parecer cronometrado y sin embargo el equilibrio final es orgánico.

Sí, se explota eso. La dinámica y la trascendencia de las canciones en el aspecto mínimo, las canciones enfrentadas al público y su punto vulnerable. Es un show que te permite más espacio para el carisma, para los gestos cortos, la mirada cómplice de cada instrumento siendo tocado ipso facto, entonces lo ves y lo escuchás, todo esos detalles que cuando nosotros tocamos nuestro repertorio habitual que es más demoledor, tiene más fuerza y es más físico, todo eso tiene otro grado de impacto y es más difícil verlo.

– En el rock se llenan espacios usando adrenalina y distorsión pero en la televisión ese impacto no se transmite como en el vivo. Para Impuesto de Fe tuvieron que aprender a trabajar con silencios; tras décadas de tener la compañía de la distorsión, lograr que el silencio se haga cómplice debe ser jodido, una bestia difícil de domar.

Sí,  tratar de cambiar el punto de sutileza, el margen donde las canciones se quiebran y pueden hacerse escuchar sin tanta presión. Esa fue un poco la idea, de vernos desde adentro, de ver cómo se produce la magia.

– Pasaron 25 años de la banda y es más tiempo que la edad que ustedes tenían cuando formaron Babasónicos

Yo hace más tiempo que soy músico de lo que no lo fui. Con Panza y con Tuñón yo toco desde los diecisiete. Son un montón de años. Es más tiempo con ellos que en cualquier otra cosa que hice.

– ¿Cómo te manejas con tus personajes luego de tanto tiempo sobre los escenarios? ¿Los usás y descartás en el momento o tenés un ropero de emergencia donde se encuentra lo que la canción necesita en ese preciso instante?

No, los voy buscando. Los moldeo como si fue un molde de arcilla. Los cocino y una vez que los tengo aptos para el roce social, para el roce público, los saco. Son más bien sociópatas mis personajes, no son muy monaguillos, hay de todo. Básicamente es encarnar la historia que vas a contar que normalmente puede no haberte pasado a vos. En algunos casos me pasó a mi pero en otros casos es una visión.

– Con Babasónicos siempre se está esperando el siguiente paso. Se habla constantemente de la reinvención que tienen como grupo. ¿Hay un punto posible de reseteo? ¿Se puede volver a cero conservando lo aprendido y tenés fuerzas renovadas?

Resetearse es imposible. Deberíamos borrar parte de la memoria, hay una especie de droga militar que se usa para eso pero todavía la tiene el pentágono, no la tenemos nosotros. Resetearse es difícil. En el caso de Babasónicos no estamos tratando de sentir vértigo de tener un reto, mínimamente distinto para que nos haga más atractivo la performance porque son muchos shows. A la larga uno termina haciendo ciento veinte shows entre disco y disco entonces en ese periodo, para no repetirte, si bien tenés unas canciones nuevas, lo que hacés es tener una montón de personajes nuevos que no cantaste nunca y que te son más atractivos y podés sentir una vibra única, que no se haya sentido antes. Básicamente todo eso te va dando motivos para tocar permanentemente y también que hayan pasado todo estos años y no te hayas dado cuenta porque la verdad que si se ven muchos a la distancia pero como yo nunca tuve seis meses de vacaciones se me pasaron bastante rápido.

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El clip es mi medida

“Todos quedamos hipnotizados con los primeros videos de Babasónicos. Benito Scorza, su director Italiano, entendía el código visual de una generación y lo traducía en estas experiencias audiovisuales de viaje asegurado. Años más tarde, se revelaba el misterio, Scorza era un alter ego de Adrián Dárgelos, vocalista de la banda. Adrián visita TRImarchi para tocar el tema nuevamente, sus más de 25 videos dirigidos y una apertura de debate sobre los cánones estéticos”.  La presencia de Dárgelos en la convención de diseño más importante de sudamérica se concreta luego de algunos intentos no concretados por la agenda tumultuosa de un grupo que desconoce la quietud. Sobre su participación el nativo de Lanús comenta, “voy a dar una charla a modo de conferencia que se llama Video de autor y que tiene que ver con cómo evolucionó el video que es marketing de la obra, no es obra. Aunque sólo en algunos casos muy particulares es obra. Cómo eso va avanzando en la ayuda mancomunada al entendimiento de la canción o no, y qué clase de uso y de llegada, cómo eso va siendo modificado permanentemente a través del paso del tiempo y de la tecnología para poder verlo. Todo eso hasta ahora”.
La reciente aparición de los videos de Babasónicos en youtube llega para dar testimonio de un tiempo en el que grupo sedujo la atención de una generación que buscaba su propio lenguaje audiovisual entre tanto ruido frío y prefabricado. Tempranamente la banda expresó un idioma diferente al que MTV proponía por entonces para latinoamérica. Una televisión que parecía marcar un camino único hasta que Babasónicos encontró la forma de decodificarlo a su favor, conectando con adolescentes (y no tanto) y sirviendo como conexión con otra antorcha que por entonces también emitía señales muy personales, la escena de Monterrey.
– Encontrarse con todos los clips de las primeras épocas y poder verlos en continuado golpea muy fuerte porque uno piensa en el contexto original, una televisión, tanto de cable como de aire, con una propuesta uniforme en la que repentinamente a cualquier hora aparecían videos experimentales con heroínas, chulos, drags.

Eso que vos decís era lo genial, que los pasaba la televisión, tanto en el aire como en el cable. Al pasarse así no era tan aleatorio como hoy cuando vos vas y buscás un video en el que ya sabés que vas a ver. Cuando lo veías a partir de una casualidad o porque lo proyectaban por la tele era realmente más inesperado y salías a la casa de una persona por el mundo diciendo “Mirá, soy de esa tribu perdida que te anda buscando”.

– En esas épocas, tal vez más predecibles, MTV tiraba para un lado y de repente aparecían ustedes tirando pequeñas cuotas de subversión pop. ¿Extrañás esos tiempos cuando algo aparecía súbitamente y rompía?

Hoy no hay esa intrusión. Vos estabas en tu casa, seguro, viendo una pavada y en eso aparecía algo que te llamaba mucho la atención. Ahora es muy, muy difícil que te llame la atención un video. Yo he visto este año dos o tres que me gustan pero ninguno me llamó tanto la atención. Lo de Last Shadow Puppets me gustó, “Aviation”. También me gustó “Frankie Sinatra” de Avanlanches y “Drowned” de Mick Jenkins. Todos eso me gustaron pero nada me parece que sean la quintaesencia de las cosas, me parecen todos dentro de estéticas posibles, conocidas, no es tan nuevo como el corte que hubo en los 90 sobre el clip y lo que le parecían las bandas a eso.

– ¿Cómo te sentís en la figura de orador? Estar en una sala repleta de personas que escuchan cada palabra y toman apunte es un cambio a la situación de recital de rock.

Cómo yo hablo de cosas que sé, que conozco y tengo perfeccionadas, en este caso que es una conferencia, ya escribí antes, ya sé de qué voy a hablar, no tengo mucho conflicto. Siempre he evitado las conferencias, los seminarios de escritura o conferencias de literatura, a mi no me gusta hablar con la presunción de que uno sabe algo y los otros no; no me gusta la autoridad desde el que sabe. En este caso es más compartir mi análisis sobre el desarrollo del videoclip y por qué Babasónicos eligió determinados caminos dentro del desarrollo del videoclip como un arma  estetica. Entonces me fue muy natural y que a la vez, si se fijan yo en esa misma época, en los años que era director, para que no me molesten más pidiéndome entrevistas como director, me tuve que cambiar el nombre y fui Benito Scorza. Entonces no tuve una época en que yo hablé mucho, después de más de diez años de no hacer más videos, había hecho una conferencia en un festival de cine. Me encantó la invitación, es un festival que tiene más de quince años y al que yo tenía muchas ganas de ir, viene mucha gente del mundo, han muchos amigos, se ha hablado de nuestras tapas, muchos diseñadores de tapas nuestras, como Alejandro Ros. Y en este año que justo se cumplen los veinticinco de Babasónicos, en el que hemos editado un libro de fotos, un libro de conversaciones que sale a fin de año, en el que se relanza nuestro sello Bultaco.

TXT – Lucas Canalda
PH – Renzo Leonard

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